Fuente: https://www.semana.com/

Sin necesidad de subir tarifas, el gobierno aumentará el recaudo de impuestos en cerca de 3,9 billones de pesos, dos veces lo que lograba una tradicional reforma tributaria del pasado. Cómo lo hará no es un misterio. Esta es la fórmula.

En plena campaña electoral, el presidente Juan Manuel Santos se comprometió a no incrementar los impuestos y hasta a dejar esa promesa escrita sobre piedra, como lo aseguró en varios de los debates. Ese anuncio motivó una gran discusión entre los analistas que pensaban, y lo siguen creyendo, que una reforma tributaria era absolutamente necesaria para garantizar la sostenibilidad fiscal.

El tema viene a cuento porque, después de tanta polémica, y antes de cumplir los primeros 100 días de gobierno, la administración Santos termina presentando al Congreso su primera reforma tributaria, y no cualquiera. El ministro de Hacienda, Juan Carlos Echeverry, acaba de radicar en la Cámara de Representantes un proyecto de gran alcance en cuanto al recaudo: le permitirá al gobierno conseguir recursos adicionales por cerca de 3,9 billones de pesos, dos veces lo que han recaudado las tradicionales reformas en materia de impuestos.

Lo interesante del asunto es que el propio gobierno logrará mejorar el recaudo más rápido de lo que se había imaginado, como lo pedían muchos analistas, y lo hará sin romper la palabra del presidente Santos de no subir tarifas.

Cómo lo hará no es un misterio. No solo se puede crecer el recaudo a través de un aumento de tarifas, sino también con una ampliación de la base gravable o eliminando exenciones. En este caso, esta última vía es la que dará los inmensos recursos.

La primera reforma tributaria de Santos se concentrará, primero, en eliminar la deducción por activos fijos, un beneficio tributario que otorgó el anterior gobierno a las empresas y que muchos analistas consideraron excesivo por su enorme costo fiscal. Con su desmonte a partir del primero de enero del próximo año, el gobierno recaudará unos cuatro billones de pesos adicionales.

Así mismo, se aumentarán los controles para evitar, entre otros, la elusión en el impuesto a las transacciones financieras (cuatro por mil), que se viene presentando a través de convenios de pago con las entidades financieras o de bolsa. Al cerrar este orificio, el gobierno podrá recaudar otros 400.000 millones de pesos a partir de la vigencia de la ley. Pero no todos son golpes contra el bolsillo de los empresarios: también habrá zanahoria con el objetivo de darles mayor competitividad en momentos en que la tasa de cambio revaluada los tiene sudando frío. La sobretasa de la energía para los usuarios industriales bajará a 10 por ciento en 2011 y se eliminará totalmente en 2012. Por este punto, el gobierno dejará de recaudar cerca de 500.000 millones de pesos. Ahora, sumando y restando, en el neto el fisco sale ganador en los 3,9 billones anotados anteriormente.

Al proyecto se le incluyeron otros puntos como la eliminación de trámites y declaraciones en cero, y el otorgamiento de unas facultades al director de la Dian para obtener mayor información de los contribuyentes. Aunque son medidas neutras en cuanto a recaudo, son importantes dentro del régimen tributario.

Para los analistas es claro que si bien no se trata de una reforma estructural, sí toca temas de gran envergadura del régimen tributario del país. Para el ex director de Impuestos Horacio Ayala, con este proyecto el gobierno comienza a corregir algunos errores de la anterior administración en materia de gabelas tributarias, y destaca que si bien esta reforma cubre pocos temas, tendrá un impacto fiscal significativo.

Hay quienes creen que songo sorongo Santos está aumentando impuestos de una manera muy disimulada. “Gente que no pagaba ahora va a tener que pagar. Eso es una reforma aquí o en cualquier parte”, señaló un analista.

Para el economista Javier Hoyos, de la firma Gestión Legislativa, no hay duda que la reforma es importante, pero afirma que es contradictoria con el programa del Presidente, “el cual incluía reglas claras y estables para la inversión, y podría afectar en algo la generación de empleo”. Se refiere a la eliminación total de la deducción por adquisición de activos fijos a partir del año gravable 2011.

Lo cierto es que al gobierno se le presentó una oportunidad de oro para, antes de lo previsto, hacer su primera gran reforma tributaria sin armar mucho aspaviento.

Tomado de: https://www.semana.com/noticias-economia/reforma-tributaria-santos/146291.aspx