Fuente: https://www.elpais.com.co
Contratar a jóvenes sin experiencia y a personas mayores de 40 años, sólo por aprovechar los beneficios de la Ley del Primer Empleo y Formalización no es viable. Así lo consideran algunos empresarios del Valle del Cauca, quienes afirman que la primera condición para poder consolidar nuevas fuentes de trabajo es el crecimiento económico del país.
Eudoro Román, gerente de Polietilenos del Valle, afirmó que lo que necesita la industria para fortalecer el empleo es que el consumo crezca y que el país ofrezca estímulos verdaderos, “no dádivas pequeñas” que no se ajustan a la realidad.
“La Ley en sí no atrae, porque mientras hacen eso, aumentan las tasas de interés, el 4×1.000 no desapareció y ahora se multiplica. El objetivo de las empresas es crecer y generar empleo, pero con herramientas estables”, dijo.
La expectativa de esta pyme, en la que el 40% de su personal lo conforman personas menores de 30 años, es contratar unas 6 personas adicionales en el segundo semestre del año, pero una vez se concrete un nuevo proyecto.
Rodrigo Salazar, director ejecutivo de Acopi Valle, aseguró que se comparte todo el deseo del Gobierno Nacional de incrementar el empleo formal en el país, pero considera que ninguna empresa contratará, sino hay una demanda efectiva.
“Por el simple hecho de tener ventajas impositivas no se genera empleo. Nos parece grave que mientras el Gobierno hace eso, por el otro lado esté aumentando en forma desproporciona los insumos como el precio de la gasolina”.
Destacó el directivo gremial que el Estado tiene que velar porque la producción aumente, ya que no es fácil crear fuentes de trabajo sólo por un estímulo. Esto debe acompañarse, dijo Salazar, de una reforma verdadera al Código Laboral, que se eliminen algunas cargas, que los parafiscales sean deducibles de la renta y que entidades como el Sena se comprometan a hacer una eficiente labor de capacitación para los jóvenes.
Andrés Berón, gerente de Rubbermix, fábrica de neumáticos, aseguró que los incentivos de la Ley son un pequeño factor que suaviza o mejora en algo los costos de una empresa, pero no son la base estructural que necesita la industria para crecer y mejorar sus costos.
“Se necesita un dólar más competitivo, un cambio de política arancelaria y el reenfoque de los tratados de libre comercio, estos acuerdos están orientados a crecer el comercio y no tanto la industria manufacturera que es uno de los motores generadores de empleo”, dijo.
En la búsqueda
Karen Gil es una joven mercaderista que ha trabajado en diferentes cadenas de supermercados, contratada por agencias de empleo, ahora lleva 5 meses en la búsqueda de trabajo y aún no encuentra nada estable.
“Es interesante la norma del primer empleo, pero ¿cuándo se podrán ver resultados reales?. Ahora todo es lo mismo, te exigen mucha capacitación y hay pocas alternativas”, dijo.
La tasa de desempleo juvenil en Colombia cerró en diciembre de 2010 en 19,7%, una cifra que casi duplica el promedio de los indicadores de desocupación nacional.
De igual forma, Constanza Galeano es una madre cabeza de familia que tiene más de 15 años como vendedora ambulante y ya no recuerda la última vez que tuvo un empleo formal. “He vendido chontaduro en las calles por mucho tiempo porque no encontré otra fuente de trabajo y me toca tener un puesto móvil, pues no podría pensar en un negocio estable o formalizado”.
Defienden la norma
El Superintendente de Sociedades, Luis Guillermo Vélez, defendió los alcances de la Ley del Primer Empleo y Formalización y aseguró que se trata de una herramienta clave para la consolidación de la base empresarial. “Con la Ley los costos se reducen y los informales deben entender que para crecer se requiere acceso al crédito, y no lo podrán tener si siguen por fuera de la formalidad”, dijo.
La Ley del Primer Empleo otorga estímulos a las sociedades que se formalicen con descuentos en el pago de impuestos, en los parafiscales y en los trámites como la matrícula mercantil. Precisamente esta semana el Gobierno pidió a las cámaras de comercio habilitar formularios para que las pequeñas empresas, de no más de 50 trabajadores, que se inscriban por primera vez, puedan acceder a los beneficios de la Ley.
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