Fuente: https://www.elnuevosiglo.com.co
Banco de la República confirma que se cumplirá la meta de 3 por ciento para este año.
LAS SUCESIVAS alzas en los precios de los combustibles no serán factor determinante para que la inflación se desborde y supere la tendencia prevista para este año. Así lo deja entrever un informe del Banco de la República sobre inflación, en el que confirma que para el 2011 la meta es de 3 por ciento.
Sin embargo, el mismo Emisor advierte que uno de los riesgos que deberá afrontar el costo de vida en los próximos meses, es que un mayor incremento en los combustibles incida sensiblemente en el precio de los alimentos.
Señale el análisis del Banco de la República que “los modelos de pronóstico muestran una senda central que se encuentra un poco por encima del punto medio del rango meta de largo plazo (entre 2 por ciento y 4 por ciento) para los tres trimestres que faltan de 2011 y durante buena parte de 2012, convergiendo al 3 por ciento solo a finales de aquel año”.
Agrega que tres meses atrás los modelos apuntaban a una senda central un poco menor al punto medio del rango meta para este horizonte de pronóstico. Las razones para este cambio se deben a un aumento en los pronósticos del precio del petróleo para este año y el próximo.
Estos mayores precios, de verificarse, se trasmitirían directamente a los precios internos de los combustibles y otros servicios públicos en los próximos trimestres, siempre y cuando una apreciación significativa del tipo de cambio lo impida.
De hecho, este comportamiento ha conducido a un alza del IPC de regulados proyectado para los próximos cinco o seis trimestres. La variación anual de regulados debe mantenerse por encima del techo del rango meta en este periodo, pero alcanzando un máximo hacia la segunda mitad del presente año.
Así mismo, los mayores precios de los combustibles deberían trasmitirse a una gama más amplia de precios al consumidor de manera indirecta mediante unos costos de transporte más altos.
Resalta el Emisor que “especialmente afectados pueden resultar los alimentos, por cuanto su producción y comercialización es altamente intensiva en transporte”.
El Gobierno ha mostrado un escenario preocupante en materia de combustibles, pues mantiene un creciente déficit en el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles que hasta abril era cercano a los 950.000 millones de pesos, lo que le impediría pensar en suavizar las sucesivas alzas, implementando una nueva fórmula.
El informe del Banco Central sobre la inflación revelado recientemente considera que el incremento en los precios de los combustibles en el mercado interno ha sido bajo teniendo en cuenta el comportamiento de la cotización internacional, ayudado en parte por la revaluación del peso frente al dólar.
“Hasta la fecha los ajustes han sido bajos en comparación con las alzas internacionales, y si ello no ha conducido a una ampliación del diferencial de precios es gracias a la apreciación del tipo de cambio”, precisa el estudio.
Advierte el Emisor que de no haber mediado esa apreciación “los ajustes en los precios internos tenderían a acelerarse”.
“Es posible que en la senda central de este informe se tienda a subestimar el efecto que tienen los altos precios internacionales del petróleo en otros precios internos, como son los del gas domiciliario y la energía”, dice el Banco Emisor.
Destaca el estudio que “como sucedió en la segunda mitad de 2010, en el primer trimestre de 2011 las principales presiones alcistas provinieron de los precios internacionales del petróleo y, en menor medida, de los alimentos importados”.
