Fuente : www.elpais.com.co

 

Terminó en Cali la 37 asamblea de la Asociación Iberoamericana de Cámaras de Comercio, Aico, con un mensaje claro: con exageradas cargas tributarias y regulaciones excesivas, no se podrá avanzar en la formalidad empresarial.

 

Este fue el llamado que hizo Ambrosio Bertolotti, presidente de Aico, al señalar que no es posible que en América Latina existan tasas de informalidad empresarial de entre el 50% y del 90%, cuando la actual coyuntura clama por la generación de empleo y desarrollo.

¿Cuál es el papel hoy del sector privado para ‘jalonar’ el crecimiento económico en el mundo luego de las crisis ya conocidas?

Es hoy el único sector que genera recursos legítimos. Hubo intentos históricos de sustituir al empresariado y se pensó que el Estado a través de los burócratas podía organizar la economía. La realidad misma se encargó de demostrar los desastres económicos que vinieron detrás de esos modelos. Eso revalorizó de inmediato el papel del empresario. El empresario de hoy es imaginativo, asume riesgos y es creativo, y cuando se le quita esa libertad de pensar los primeros que sufren son los países al no contar con esa clase de ciudadanos especialmente en la crisis.

¿Será que ese fenómeno de los estados que quieren sustituir el papel de los empresarios está regresando a países como Venezuela?

Aparentemente eso se está dando en algunos casos, pero creo que es una cosa tan jugada y se ha visto tanto en el mundo, que hasta ahora hemos observado que en la misma Cuba –y lo ha reconocido el propio Fidel Castro— que ha fallado el sistema de Gobierno que había planteado. Hay cambios, y eso se refleja, por ejemplo, en que están despidiendo empleados públicos, es decir, disminuyendo el peso del Estado justamente para que nuevamente el sector comience a participar en el desarrollo económico.

¿Por qué el Estado no puede asumir ahora un papel más activo en algunas economías?

Eso ya está probado en experiencias como la Unión Soviética donde no se permitía la propiedad privada, donde se planteó que la economía se podía organizar desde el escritorio de un burócrata. Los resultados fueron tremendamente malos para esos países que quedaron en el hambre y en la miseria. Hubo que volver otra vez a hablar con los empresarios privados para otorgarles la libertad de hacer negocios creativos. Ni decir de un Bill Gates que vive creando, y allí los estados no han creado esa situación.

¿Hay que reformar la gestión pública?

Hay una materia pendiente y es que en América Latina se debe reformular el sector público. Es pesado y burocrático. Mientras, el sector privado ha hecho todos los deberes, como reconvertirse tecnológicamente para producir más y competir con el mundo. El sector público aún sigue igual. Y con un agravante que es la inamovilidad de los funcionarios, con lo cual se hace una mala gestión y no hay sanciones.

Muchas empresas se quejan de la pesada carga tributaria. ¿Qué hacer en ese sentido?

Esa es otra traba. Pensamos que se debe hacer una simplificación tributaria en muchos países, porque cuando se acosa a las empresas con regulaciones y más impuestos, antes que alentar la creación de unidades de negocios, se desestimula. No hay que olvidar que entre más se regula, muchas veces lo que crece es la actividad económica informal, la cual se vuelve una competencia para las empresas legalmente establecidas.

 

Toda la carga tributaria, que de alguna forma se le pueda aliviar a la actividad empresarial, llevará a que la gente invierta más.

 

Precisamente muchas personas se refugian en los negocios informales por el peso de los impuestos. Eso está demostrado. Mientras exista mayor carga tributaria más se busca la evasión.

 

¿Pero cómo conservar a esas empresas en la formalidad, si las ayudas fiscales por el contrario, se están desmontando?

Hay muchas empresas que han regresado a la informalidad. Pero como se vislumbra un crecimiento económico en muchos países, que es la mejor noticia dentro de esta coyuntura, uno aspira a que se aflojen las tensiones gubernamentales en cuanto a los tributos. Es probable que eso vuelva a atraer a muchas empresas a la actividad económica formal.

¿De qué tamaño es esa informalidad empresarial en Iberoamérica?

Es muy variada. Existen casos del 50% y del 60%. Hay muchos países que tienen un alto grado de informalidad como Perú y Colombia, mientras otros han conseguido bajar esas tasas de informalidad como Chile. Y se está tratando de reducir la actividad informal en Uruguay. Son muchos esfuerzos, pero el proceso es lento.

¿Teniendo en cuenta el importante papel del sector privado, por qué hay empresarios que se van por caminos no gratos?

Eso es verdad. Pero no perdamos la visión global. En el mundo hay millones de empresarios honestos, y cuando se resaltan algunos por esos comportamientos, se hace ruido.

Tomado de : https://www.elpais.com.co/elpais/economia/noticias/hay-simplificar-carga-tributaria-empresas%E2%80%9D-presidente-aico