Fuente: www.portafolio.com.co
Ofin considera que con las últimas medidas tomadas por las autoridades monetarias se mantenga el nivel de devaluación del peso de 2,36 por ciento de la última semana.
Desde hace varios años, especialmente desde que el comercio con Venezuela sufrió un inesperado revés de la mano de prohibiciones, las autoridades de Colombia buscan realizar varios acuerdos bilaterales con diversos países para afianzar lazos económicos y fomentar el intercambio internacional. En esta línea es que recientemente se ha realizado, en el marco de la VI Reunión Ministerial del Foro Arco del Pacífico Latinoamericano, intensas negociaciones con el objetivo de generar oportunidades comerciales en la cuenca de Asia Pacífico.
Si bien aún las exportaciones Colombianas no han alcanzado los niveles anteriores a la crisis financiera internacional, se evidencia una fuerte recuperación, sobre todo a partir del 2010.
Sin embargo, los temores sobre la salud de la economía internacional, además de los problemas internos en el sector cafetero, generan alertas sobre la evolución futura del sector externo colombiano. Ya cerrado el año cafetero 2010, las exportaciones colombianas muestran una alarmante caída del 20 por ciento respecto a lo hecho en el 2009.
A lo largo de todo el 2010, China ha mostrado un importante interés en productos colombianos. Tal es así que, comparado con el 2009, las exportaciones al país asiático han crecido cerca de un 70 por ciento. De esta forma, China se ha convertido en el cuarto socio comercial del país, demandando cerca del 6,2 por ciento de las exportaciones colombianas.
Este espectacular crecimiento, que ha empujado en gran media al auge de las exportaciones corre serios riesgos de estancarse en el corto plazo.
Recientemente, las autoridades chinas decidieron aumentar inesperadamente la tasa de interés de referencia. El crecimiento de China decayó en el tercer trimestre, mientras la inflación creció ligeramente, lo que mostró que la segunda economía más grande del mundo está fuerte, pero lejos de un recalentamiento.
Gran parte de la desaceleración puede explicarse por una alta base de comparación después de que China repuntara el año pasado tras los efectos de la crisis global.
Hoy en día, gran parte de la consolidación del crecimiento de las economías del mundo depende directa o indirectamente de la demanda de productos de China. Relativamente más comprometidos se encuentran los productores de bienes primarios y commodities, como es el caso de la mayoría de las economías de A. Latina. No de menor importancia es el déficit que Estados Unidos mantiene con los países de la región.
Con Colombia se evidencian sólo algunos meses con resultado a favor de Norteamérica. A pesar de la fuerte tendencia hacia la apreciación del peso evidenciada desde inicios del 2009, la balanza comercial ha logrado ser positiva.
Para el Observatorio Internacional de la Universidad Nacional, este fenómeno se espera continúe de la mano de las últimas medidas tomadas por las autoridades monetarias que han logrado una devaluación del peso de un 2,36 por ciento en los últimos días.
EE. UU. busca bajar su déficit comercial
El objetivo principal de la reunión del G-20 consistió en fijar metas numéricas para los desequilibrios externos, como una manera de presionar a los países con superávits, como China, a apreciar sus monedas. Desde por lo menos 1992, la balanza comercial de EE. UU. ha sido deficitaria. La situación se agravó en los años previos a la crisis y actualmente, como lo muestra el gráfico, muestra tendencia descendente.
En septiembre y octubre, dos meses caracterizados por una fuerte depreciación del dólar respecto al resto de las monedas de referencia internacional, se evidenció una posible solución para detener el creciente déficit de cuenta corriente de Estados Unidos.
La relativa debilidad de la moneda americana en este bimestre permitió un salto en las exportaciones de este país y una caída en el ritmo de crecimiento de las importaciones, lo que permitió una reducción sustancial del déficit, llevándolo al mínimo desde agosto del 2009.
Un particular desbalance preocupa a las autoridades norteamericanas, los 28.035 millones de déficit que se tuvieron con China, más de 25 por ciento en comparación con 2008, muestran que el gigante asiático es uno de los principales autores materiales del grave problema que aqueja a la economía norteamericana. Han sido varios los intentos del Secretario del Tesoro y hasta del mismo Barack Obama por lograr que desde Pekín se tomen medidas que dejen que el regulado tipo de cambio chino se aprecie y así lograr, vía ajuste cambiario, una reducción en desequilibrio entre los países.
Es urgente coordinar medidas internacionales
Para los especialistas del Ofin, una fuerte desaceleración del crecimiento de China implicaría menor demanda de bienes primarios y muy probablemente una caída en sus precios internacionales, lo que impactaría con fuerza en las economías locales. Adicionalmente, el enfriamiento se trasladaría también a países europeos y asiáticos, lo que generaría un golpe adicional a las exportaciones locales. Debido a ello es que la reciente reunión de los ministros de finanzas del G20 podría ser clave. Medidas descoordinadas podrían llevar a la economía mundial a caer en una nueva recesión en los próximos meses, en donde se perderían los esfuerzos realizados en los últimos años.
