Errores por los que no contratan en las empresas

Es común cometer errores en el primer encuentro con un entrevistador. Es importante saber qué se puede y no se puede hacer para aspirar a un empleo.

Hoy en día, es habitual buscar trabajo a través de redes sociales, páginas de Internet o agencias de empleos aunque no sea el cargo de sus sueños y, muchas veces, a pesar de ser preseleccionado y convocado a la primera entrevista, se queda esperando la siguiente llamada que, mientras llega, se rompe la cabeza preguntándose qué hizo mal.

Los errores más habituales en un proceso de selección se encuentran precisamente durante la entrevista, pues se trata de un encuentro que determina la relación futura entre el candidato y la empresa.

Para Isaac Muñoz, analista nacional de selección y desarrollo de Envía Colvanes, la entrevista “más que una presentación es una negociación entre la empresa y el candidato”; por lo que es de vital importancia que el candidato sea completamente sincero en cuanto a sus capacidades y expectativas.

Una de las cuestiones de mayor importancia para un reclutador es sin duda la presentación personal. Un candidato que se vista informalmente, una mujer que muestre demasiado o que tenga la ropa desgastada representa desinterés o falta de seriedad por el proceso.

Igualmente, la presentación de la hoja de vida es determinante para analizar el orden y el cuidado personal de quien aspira al cargo. Es importante que los papeles se encuentren dentro de un folder, debidamente engrapados (nunca sueltos), ordenados y limpios.

Otro factor definitivo en la entrevista es la actitud. La seguridad, la capacidad oral y la manera de relacionarse con los demás son los mayores factores de evaluación. Lo más frecuente es asumir una posición de orgullo que puede parecerse a la arrogancia, lo que es contraproducente pues genera antipatía con el entrevistador y determina su capacidad para relacionarse sin importar los conocimientos adquiridos.

Cruzar los brazos, por ejemplo, es un signo de rechazo inconsciente hacia el contexto presente, por lo que genera dudas acerca de su interés en el cargo.

Masticar chicle es un signo de ansiedad y displicencia, pero la situación empeora si el aspirante se presenta con signos de alcohol o drogas o si durante la entrevista usa su celular para chatear.

Los nervios son recurrentes y es preferible que el entrevistador lo note a que intente aparentar ineficazmente una postura superior a la real.

La seguridad se determina verdaderamente cuando la oferta de la empresa se adapta a sus necesidades profesionales. De esta manera usted sabrá perfectamente a qué se va a enfrentar, estará en la capacidad de asumir nuevos retos de manera positiva y podrá negociar la propuesta salarial exitosamente.

Un tema bastante sensible es la puntualidad. Además de no llegar después de la hora acordada para evitarse la mala impresión y las explicaciones, es importante también ser puntual para las pruebas. Si por alguna razón le es imposible llegar es preferible agendar una fecha y hora adecuados y así no perderá la oportunidad ser tenido en cuenta en un futuro si no llega a ser elegido, aconseja Ana María Iregui, líder de selección de Kpmg Colombia.

Factores importantes que atraviesan todo el proceso son la sinceridad y la claridad. Mentir, impostar actitudes, sobrecalificarse en aptitudes no son aconsejables para acceder a un cargo.

Lo más conveniente es que tenga claras sus aspiraciones profesionales y así no perderá su tiempo recorriendo distintas empresas en las que no perdura porque no se adaptan a sus necesidades.

Catalina López Fernández
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Tomado de: https://www.estrategialaboral.com/colombia/consejos_profesionales/errores-por-los-que-no-contratan-en-las-empresas/7826401