Fuente : www.larepublica.com.co

Ante la dificil coyuntura que vive el sector exportador, y las consecuencias que esto trae para el empleo del país, se plantean posibles soluciones inmediatas que alivien la estructura de costos del aparato productivo y protejan la mano de obra.

El informe sobre las exportaciones a agosto, divulgado por el Dane, no es nada alentador. En él se pueden ver, claramente, los efectos que ha tenido la revaluación sobre el sector -especialmente en las exportaciones no tradicionales-, lo que causa preocupación por el impacto que pueda tener sobre el empleo.

Durante los ocho primeros meses del 2010, las exportaciones no tradicionales disminuyeron en 6,8 por ciento en relación con el mismo periodo del año anterior. Si en este balance no se tuvieran en cuenta el oro y las esmeraldas, la caída sería del 11,9 por ciento.

Esto obedece principalmente al cierre del comercio con Venezuela que afectó las ventas totales de animales vivos y sus productos y que registraron una caída del 81,8 por ciento y textiles, con una disminución del 52,6 por ciento.

En agosto, las no tradicionales subieron un 1,7 por ciento, impulsadas nuevamente por metales y piedras preciosas, ya que excluyéndolas de los cálculos, la cifra sería del -1,2 por ciento.

Si se analiza el comportamiento de las exportaciones en julio, la caída es aún más pronunciada: 15,1 por ciento, cuando las no tradicionales pasaron de un millón 105 mil 560 dólares en el mismo mes de 2009, a 938.142 dólares en 2010.

El ex ministro de Hacienda, Rodrigo Botero Montoya, señala que ello “puede tener graves implicaciones para el empleo del país, que se está destruyendo a causa de la revaluación del peso que ha tenido lugar en los últimos meses”.

Entre enero y agosto, las exportaciones totales crecieron 22,3 por ciento en relación con el 2009, jalonado por las mayores ventas externas de productos tradicionales que mostraron un crecimiento del 36,1 por ciento.

Javier Díaz Molina, presidente de la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex), explica que “ese crecimiento responde, particularmente, a las ventas de petróleo y ferroníquel, que crecieron un 80 y un 50 por ciento, respectivamente. Por el contrario, las no tradicionales cayeron un 6,8 por ciento en el periodo: productos como el calzado bajaron un 70 por ciento; algodón un 64 por ciento; herramientas un 63 por ciento; tejidos de punto un 60 por ciento; calderas maquinas y partes 41 por ciento; aparato y material eléctrico 36 por ciento… es decir, lo que lleva valor agregado, lo que depende básicamente del dólar está cayendo y los commodities , que no dependen de la tasa de cambio están creciendo”.

Medidas inmediatas

Al igual que Botero, Díaz Molina expresa su preocupación por las consecuencias que esta disminución en las exportaciones pueda traer sobre el empleo, porque “lo que se observa es que la revaluación está impactando esas exportaciones no tradicionales y está castigando particularmente aquellos productos que mayor valor agregado tienen y mayor empleo generan. Entonces sectores como el textil-confección, flores o calzado, que son intensivos en mano de obra, están pasando por una situación complicada.

El temor es que el ajuste venga por el lado del empleo, es decir, que los exportadores estén eliminando puestos de trabajo y cambiándolos por maquinaria, que pueden comprar barata por una baja tasa de cambio”.

Es por esto que, además de las medidas que están siendo estudiadas por el Gobierno, junto con el Banco de la República, debe haber un control de capitales de corto plazo, organizar el tema fiscal (para lo que la regla fiscal y la ley de regalías es fundamental), controlar el endeudamiento del sector público y lo más importante, dice Díaz Molina, es actuar sobre el tema de la estructura de costos del aparato productivo.

“Ya se ha hablado de eliminar la contribución del 20 por ciento en las tarifas de energía eléctrica. Nosotros decimos: hay que seguir en el tema de la eliminación de la tabla de fletes, hay que ver cómo eliminamos sobrecostos en la logística”.

El directivo gremial afirma que entiende que estas medidas toman tiempo. “Entonces, parte de lo que estamos diciendo es que necesitamos medidas urgentes que tengan impacto inmediato y, por eso, hemos señalado la necesidad de que el Gobierno saque del congelador el Cert (Certificado de Reembolso Tributario) y lo establezca del 5,0 por ciento sobre las exportaciones no tradicionales en el periodo enero-agosto”.

Para Díaz la medida debería incluir retroactividad para evitar que se hagan operaciones ficticias para ganarse este Cert. “El costo fiscal de esto habría que cruzarlo con el beneficio fiscal que ha tenido el Gobierno vía revaluación. Este beneficio se da porque el servicio a la deuda se ha disminuido, entonces parte de esta disminución bien podría destinarse a financiar el Cert”, concluyó el presidente de Analdex.

Tomado de : https://www.elcolombiano.com/BancoConocimiento/E/el_cert_crearia_mas_empleos_analdex/el_cert_crearia_mas_empleos_analdex.asp?CodSeccion=186