Fuente: https://www.elcolombiano.com
Este delito es el más reportado por usuarios del sistema financiero y según la Policía, en cuatro años los bancos han perdido alrededor de 20.000 millones de pesos. Aún así, son pocas las denuncias mientras bancos insisten en campañas pedagógicas con sus clientes.
Cada mes, el Grupo de Investigaciones Tecnológicas de la Dijín recibe en promedio 100 denuncias de usuarios del sistema financiero que han sido víctimas de delitos informáticos, en los que las clonaciones de tarjetas son los más comunes.
De acuerdo con datos de la Dijín, por clonaciones, el sector financiero perdió más de 20.000 millones de pesos en los últimos cuatro años.
Sin embargo, ni la Asociación Bancaria y de Entidades Financieras de Colombia (Asobancaria) ni la Superintendencia Financiera cuentan con estadísticas sobre este flagelo y son pocas las reclamaciones que se reciben por este concepto
Los delitos informáticos, además de clonaciones, incluyen robos de identidad y tráfico de bases de datos, entre otros. La Policía recopila el 60 por ciento de las denuncias y el otro 40 por ciento lo recibe la Fiscalía.
Clonación, genera temor
Pero lo cierto es que cada vez es más común escuchar de quejas e historias sobre personas que han sido víctimas de clonaciones de tarjetas, debido a los avances tecnológicos y a la facilidad para acceder a aparatos que copian la información de las bandas magnéticas de los plásticos.
Este factor ha aumentado el temor entre los usuarios de ser víctimas de este delito, razón por la cual se ha afectado la profundización bancaria en el país, pues los clientes consideran que es más seguro pagar con efectivo que a través de tarjetas débito o crédito.
El defensor del Cliente Financiero de entidades como Av Villas, Hsbc y Davivienda, Carlos Mario Serna Jaramillo, asegura que el mayor número de quejas que se reciben por delitos informáticos son por clonaciones de tarjetas.
“En mi percepción, las clonaciones han aumentado sobre todo en lo relacionado con tarjetas débito, cuando los usuarios hacen compras y pagan en los establecimientos comerciales, mientras que los fraudes en los cajeros sí han disminuido, debido a las medidas de seguridad que han puesto en marcha los bancos y por las campañas de concientización sobre el tema en la sociedad”, asegura Serna.
Y es que aunque existe conocimiento entre las entidades bancarias sobre los establecimientos comerciales y restaurantes del país donde es común la clonación de tarjetas, los bancos suelen guardar celosamente esta información para evitar pánico entre los usuarios.
Bancos guardan silencio
Pese a que este delito se ha convertido en un problema para las entidades, éstas prefieren guardar silencio sobre el tema. Colprensa intentó obtener la opinión de los bancos sobre el tema, sin recibir respuesta.
En los últimos años, los bancos han realizado campañas publicitarias alertando a los usuarios sobre cómo protegerse ante las clonaciones.
También han invertido en infraestructura, sobre todo en cajeros automáticos, instalando tapas en los teclados para evitar que terceros puedan tener acceso a las claves.
El vicepresidente Económico de Asobancaria, Daniel Castellanos, asegura que en algunas oportunidades, luego de realizar el análisis de cada caso fraudulento, se logran identificar los lugares donde repetidamente se están realizando clonaciones y las entidades bancarias suelen contactar a la Policía, con el fin de que tome las medidas pertinentes.
Fuentes cercanas al sector financiero consultadas por Colprensa, señalan que es evidente que falta unión entre los bancos y el comercio con el fin de evitar que sigan creciendo estas prácticas, así como penas más severas para los que hacen las clonaciones. Hoy se enfrentan a penas que van desde los 48 a los 96 meses de cárcel, así como a multas económicas.
El panorama en cuanto al fin de la clonación no es alentador. En tres años se espera que todas las tarjetas migren al sistema de chips, mucho más seguro, pero mientras tanto los delincuentes seguirán haciendo de las suyas y el sector bancario viéndose más afectado.
