Fuente : www.larepublica.com

Esta semana se llevó a cabo en la Universidad de los Andes el II Congreso Nacional de Economía al cual asistieron más de 1.500 estudiantes provenientes de la mayor parte de las universidades colombianas.

La sesión final, Los Retos Económicos del Nuevo Gobierno, contó con la presencia de la Directora de Estudios Macroeconómicos del Ministerio de Hacienda, Gloria Alonso, y de dos ex ministros de esa cartera, Rudolph Hommes, y el suscrito. La presentación del Ministerio de Hacienda analizó el desempeño reciente de la economía colombiana, las bases del programa de Prosperidad Democrática de la Administración Santos y las reformas económicas previstas.

Ante las perspectivas de un auge minero-energético en el país, el Gobierno propone amortiguar el ciclo económico y lograr una senda de crecimiento sostenido, por medio del ahorro de recursos en época de bonanza y gasto en la de “vacas flacas”, evitando los errores del pasado, caracterizado por políticas fiscales y monetarias procíclicas. Contempla así que las bases de estabilidad se lograrán con la adopción de políticas monetarias y fiscales anticíclicas, el mantenimiento del actual régimen de tasa de cambio flexible, y con un sector financiero sólido. En términos de metas económicas se propone alcanzar una tasa de crecimiento de la economía del 6% real anual, reducir el desempleo abierto a niveles de un dígito, mediante el estímulo del empleo formal en la economía, y la elevación de la tasa de inversión y la productividad laboral. Este propósito se obtendrá gracias al impulso de cinco locomotoras que estimularán la economía y que serán la minería, la vivienda, la infraestructura, la agricultura y la innovación. Sobre el manejo de las “locomotoras” anoté que el Gobierno deberá ser en extremo prudente para evitar siniestros comunes como pudiese ser su “recalentamiento”, si las políticas fiscales y monetarias no son adecuadas, “el descarrilamiento” de persistir la apreciación de la tasa de cambio y el “choque de trenes” institucionales, tan comunes en el pasado reciente en Colombia.

En términos de iniciativas legislativas se resaltaron: El Acto Legislativo de Sostenibilidad Fiscal, el Proyecto sobre Regalías, la Ley de Formalización Laboral, que incluye la eliminación de la deducción del 30% en la inversión de activos fijos productivos, la Regla Fiscal y las Leyes Ordinaria y Estatutaria de Salud. También se mencionaron otras reformas en curso, como la eliminación gradual del impuesto a las transacciones financieras y de la sobretasa de energía, además de las medidas dirigidas al fortalecimiento del mercado de capitales, la regulación del mercado cambiario y la normalización de la estructura arancelaria. Al respecto destaqué que las reformas propuestas en el campo fiscal son fundamentales y complementarias: La Regla Fiscal impone disciplina fiscal y lleva a una deuda pública sostenible, la sostenibilidad fiscal se establece como derecho constitucional de protección de los derechos sociales de los colombianos, en tanto que la reforma a las regalías busca consolidar ahorro en la época de auge y la equidad intergeneracional, regional y social. Las reformas en el campo social también son muy importantes, pero deberían contemplar cambios en el área pensional para fortalecer el sistema.

Como conclusión se puede afirmar que la oportunidad que enfrenta el Gobierno para adelantar las reformas es excepcional, dada la perspectiva de un auge minero y recuperación internacional, en un ambiente de mayor seguridad democrática y mayorías en el Congreso. Lo tradicional en Colombia para los ministros de hacienda era adelantar reformas en medio de crisis económicas internacionales y en circunstancias de desequilibrios fiscales y de balanza de pagos en el país, en marcos de inseguridad interna y sin mayorías en el Congreso.

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