Los miembros del directorio del Banco de la República tuvieron opiniones divididas sobre el rumbo de las tasas de interés, revelaron el viernes las minutas de la reunión del organismo del pasado 17 de junio.
En el encuentro, uno de los siete miembros del directorio no consideró conveniente elevar la tasa de interés, como finalmente se decidió por el resto de la junta en 25 puntos base a un 4,25%. Y otro sostuvo que esta debía ser la última alza.
Se trata de la primera vez en lo que va del 2011 en que la decisión de subir el tipo no fue unánime y ocurre semanas después de que el presidente Juan Manuel Santos sugirió al Banco de la República que frenara sus alzas de tasas para evitar un impacto mayor sobre el dinamismo de la economía.
Un “miembro de la Junta consideró que no es conveniente incrementar las tasas de interés del Banco en esta oportunidad”, según las minutas, que no revelaron el nombre de quien se opuso al alza, aunque en el directorio tiene un puesto el ministro de Hacienda, Juan Carlos Echeverry.
Para explicar su opinión, el director disidente sostuvo que la inflación está en el rango meta, el crecimiento del Producto Interno Bruto es cercano a su nivel histórico y las encuestas de confianza al consumidor muestran caídas preocupantes, al tiempo que la economía externa muestra síntomas de desaceleración.
“Este escenario justifica esperar hasta la próxima reunión de la Junta Directiva para contar con una información más sólida sobre tasas de interés”, agregó el documento sobre la postura del funcionario.
Aunque según las minutas otro director se pronunció en favor de que esta sea la última de la racha de alzas de los tipos de interés, el resto de los miembros de la mesa estimó que el nivel de la tasa del 4,25% seguía siendo expansivo.
De acuerdo al documento, los actuales niveles de la tasa de interés real están por debajo de su probable equilibrio de largo plazo y son inconsistentes con un crecimiento de la economía esperado en el 2011 y 2012 cercano al potencial.
“Es clarísimo que hay una divergencia en la junta sobre lo que debe ser el futuro de las tasas de interés en los próximos meses”, dijo Patricia González, analista del Banco de Bogotá.
“En todo caso, no es la posición mayoritaria de la junta y los demás miembros ven que la demanda está sólida y que es necesario un ajuste en la política monetaria para evitar un sobrecalentamiento de la economía”, agregó.
Además, el documento resaltó que los escasos indicadores disponibles no permitían considerar una desaceleración importante en el PIB del segundo trimestre, al tiempo que las expectativas de inflación a dos y tres años volvieron a desacelerarse y se ubicaron dentro del rango meta, del 2% al 4%.
Según el más reciente sondeo de Reuters, la mayoría de los analistas espera que la tasa de interés del Banco Central termine el 2011 entre un 4,5% y un 5%.