La reforma pensional que alista el Gobierno sigue dando de qué hablar, y más cuando se toca el tema de elevar o no las edades, teniendo en cuenta que el sueño de lograr una jubilación es inalcanzable para millones de colombianos.
 

Hoy, los hombres se pensionan a los 60 años y las mujeres a los 55. Pero a partir del 2014 —no por esta reforma— sino por los cambios aprobados en el año 2005 en el régimen público o de prima media, esas edades subirán a 62 y 57 años, respectivamente.
 

El ministro del Trabajo, Rafael Pardo, dice que el proyecto no contempla aumentar las edades, y menos unificar las mismas, sino que tiene como meta que se pensionen 110.000 personas cada año. Hoy lo logran 70.000.
 

Durante el pasado Congreso de Asofondos esas entidades fueron muy críticas al afirmar que al proyecto le falta consenso. ¿Cuál es hoy el escenario para llevarlo al Congreso?

 

El escenario es claro. Necesitamos hacer un último acercamiento en materia de concertación, buscando puntos de acuerdo con los sectores involucrados en este campo. Queremos llevar al Congreso una reforma lo más concertada posible. Esperamos lograr ese consenso muy pronto.
 

¿Por qué se asegura que la reforma al no aumentar la cobertura, no tendrá los alcances esperados?

 

Claro que la aumenta. Estimamos que la cobertura pasará del 31 % a un poco más del 40 % entre la población en edad de pensionarse. Eso es muy importante porque tener esa cobertura con un mercado laboral tan fraccionado no es fácil. Hoy 7,7 millones de trabajadores cotizan o ahorran activamente y en la situación actual sólo 2.000.000 se van a pensionar, es decir, que el 90% se queda por el camino. Sólo el 10 % logrará una jubilación.
 

¿Pero cómo corregir un sistema que es inequitativo e injusto?

 

Eso se logrará atacando un tema fundamental que es la inequidad, ya que las personas con mayores ingresos reciben subsidios más altos bajo el régimen de prima media.
 

Hoy, por ejemplo, alguien que cotice sobre un salario mínimo durante toda su vida recibe un subsidio del Estado por valor de $87,6 millones, mientras otra que lo hace sobre diez salarios obtiene un subsidio estatal por $428 millones. Con la reforma todos los trabajadores formales recibirán el mismo subsidio, y cumplidos los requisitos, obtendrán una pensión de acuerdo a su ahorro. Por eso esta reforma fundamentalmente ataca el tema de desigualdad pensional de una manera muy contundente.
 

¿Ya se definió qué pasará con los regímenes especiales que benefician con mesadas altas a unos pocos privilegiados?

 

El proyecto no tiene que ver con los regímenes especiales, por una sencilla razón: esos regímenes mantenidos por la Ley 100 se acaban en el 2014. Es decir, que ahí finaliza la transición de esa ley y de todos los regímenes diferentes a los que contempla la Constitución Nacional.
 

¿Cómo recibió la sugerencia que le hizo a Colombia el premio Nobel de Economía, el profesor inglés, Christhoper Pissarides, de que hombres y mujeres se pensionen por igual a los 67 años?

 

Lo de que los hombres y las mujeres se pensionen a la misma edad es una idea que se ha venido trabajando. Pero el hecho de que las mujeres se pensionen cinco años antes que los hombres, es decir, a los 55 años, no significa que haya más mujeres jubiladas.
 

Es un tema que tenemos que mirar, aunque no es parte de los propósitos que tenemos con este proyecto de reforma. Lo cierto es que las mayores dificultades de las mujeres para alcanzar una jubilación son evidentes. La diferencia de edades no ha significado una mayor posibilidad para ellas.
 

¿En otras palabras, el país no está preparado para que suban más las edades de jubilación?

 

El aumento de las edades es un tema muy recurrente y analizado por mucha gente y no es la solución. En Colombia la situación es diferente debido a que la cobertura es tan baja en el sistema que si se aumentan las edades menos gente se va a pensionar. Lo que el Gobierno quiere es una reforma que permita que haya más personas jubiladas en el futuro.
 

¿Entonces, está descartado el tema de las edades en la próxima reforma?

 

El Gobierno ya ha dicho que ese tema no se va a tocar.
 

¿Pero podría pensarse hacia el futuro en igualar los tiempos de jubilación en hombres y mujeres?

 

Son temas de reflexión, pero no están contemplados en la reforma.
 

¿Por qué los fondos privados afirman que las edades si aumentarán para sus afiliados, al poner a esas entidades a manejar una porción del régimen de prima media?

 

Ese es un tema que manejan los fondos al pensionar las personas a cualquier edad, pero lo cierto es que muy pocas lo logran, porque el capital requerido para jubilarse con un salario mínimo es de $140 millones. Si alguien ahorra ese capital antes podrá hacerlo y retirarse. Pero esa es una posibilidad para quienes tienen ingresos muy altos. Ellos dicen eso, pero no es el centro de la discusión, ya que las dificultades de pensionarse en un fondo privado son hoy casi similares a las del régimen público o de prima media.
 

¿Cuántos colombianos, si se aprueban los cambios en el Congreso, espera que logren una pensión, ya que el panorama no es muy claro?

 

Lo que espera el Gobierno con el nuevo sistema es que se pensionen 110.000 colombianos cada año. Hoy ese beneficio lo alcanzan sólo 70.000 entre las 305.000 que cumplen la edad de pensión anualmente. En otras palabras, quedan 240.000 personas sin cubrir. Por eso buscamos que 40.000 personas ingresen al sistema pensional, y las que finalmente no puedan lograrlo se les otorgue un ingreso, que no es una mesada, sino un beneficio económico periódico. Y si están en extrema pobreza podrán ser atendidas por el programa Colombia Mayor.
 

¿Pero cómo jubilar a esos miles de colombianos que están en la informalidad laboral al no tener otras oportunidades?

 

El Gobierno está buscando reducir los índices de informalidad laboral (14,3 millones de los ocupados no cotiza a pensiones). Durante la mesa de pobreza con el presidente Santos se estableció que ha habido un aumento en los contratos laborales en comparación con el trabajo por cuenta propia. Pero las cifras siguen siendo altas frente a los retos que hay que enfrentar.
 

Por ejemplo, en los últimos decretos que expedimos esta semana se determinó que los trabajadores independientes queden cubiertos por el sistema de riesgos laborales y que el personal de servicio doméstico (unas 900.000 personas) sea vinculado a las cajas de compensación familiar.
 

¿Qué explica que mucha gente exige que no la saquen del Sisbén, cuando consigue un empleo, y prefiere seguir en la informalidad?

 

En muchos casos la informalidad es cultural, ya que los trabajadores no quieren que les hagan contratos para no perder los beneficios del Sisbén. De allí que muchos patronos acojan ese temor de sus trabajadores para no formalizarse. Sin embargo, la norma es clara: cuando una persona entra con un contrato de trabajo al régimen contributivo y llega a perder el empleo, queda automáticamente en el régimen subsidiado. Es decir, que eso no pierde el Sisbén. La cultura de la formalización debe seguir siendo muy intensa para mejorar el mercado laboral y el régimen de pensiones.
 

¿Qué les responde a quienes dicen que el Gobierno tiene prisa en presentar los cambios pensionales y que al proyecto le faltan más estudios?

 

Tenemos la reforma lista. Contamos con los estudios y los cálculos financieros requeridos. Por ello estamos buscando que tenga el más alto grado de consenso posible, aunque es obvio que no será absoluto o con todo el mundo. El actor fundamental no es Asofondos, el gremio de las administradoras privadas de pensiones, pues muchos sectores también tienen propuestas.
 

¿Hay suficiente ambiente político para un proyecto de este alcance en el Congreso, teniendo en cuenta que la reforma a la salud aún no se ha movido como se esperaba?

 

En el Congreso de la República hay un ambiente muy positivo, porque la gente que conoce la reforma sabe que será amable con la gente, ya que ofrecerá muchas alternativas para que más colombianos se pensionen. Eso por supuesto es un tema muy positivo para la sociedad.
 

¿Colpensiones manejará dineros de los fondos privados. aunque es una entidad muy cuestionada?

 

Hay unos recursos que evidentemente serán contabilizados bajo el régimen de prima media. Esa es una contribución muy importante, aunque eso no le gusta a muchos porque no quieren que haya un administrador público de pensiones.

tomado de:elpais.com.co