Explicó que, a pesar de los buenos resultados en materia de crecimiento, unos ramos de la economía han presentado desaceleración, como son los casos de la industria y la agricultura. Para el mandatario, el Plan es una forma de prepararse para el 2013, dado el contexto internacional, y una medida preventiva más que reactiva.

A nivel transversal, el Plan tiene medidas de tipo cambiario, tributario, arancelario, en fomento de la competitividad y la prevención del contrabando.

Para las autoridades, la revaluación del peso es, quizá, el problema más importante de nuestra economía.

Para hacerle frente propone inducir, mediante herramientas regulatorias, la inversión en dólares de los fondos de pensiones privados.

Esto representa colocar en el exterior US$5.000 millones adicionales, una cifra superior a las compras realizadas por el Banco de la República en el 2012.

Además, propone que los recursos que recibe el Fondo de Pensiones Territoriales, Fonpet, por concepto de regalías, permanezca en dólares en cuentas en el extranjero.
 

En lo tributario, se busca adelantar la puesta en marcha de la reforma tributaria desmontando los parafiscales por aportes al ICBF y el Sena, además de establecer un sistema de retención en la fuente con menores tarifas efectivas a la industria, la agricultura y el comercio.

En materia arancelaria, se simplificará el proceso de aprobación de zonas francas y se extenderá el diferimiento arancelario para bienes y servicios que no se producen en Colombia.

En cuanto a competitividad, se revisará la cadena del sector eléctrico para reducir costos finales y se dará un empujón a la chatarrización de vehículos de carga.

Con respecto al contrabando, se daría un cambio institucional con coordinación de un zar anticontrabando, la presentación de una ley al Congreso, y el fortalecimiento de la infraestructura física y personal de la Dian en los puntos de frontera.
 

Las medidas sectoriales comprenden el incremento de la inversión pública en infraestructura, mediante la revisión y priorización del plan de obras, la reprogramación de vigencias futuras y la expedición de la ley de infraestructura.

Asimismo, se contempla estimular la vivienda, disminuyendo la tasa de interés para créditos hipotecarios, y subsidios para personas con ingresos de hasta 2 salarios mínimos. También se establecen apoyos para el comercio a través de líneas de crédito de Bancoldex, y a la agricultura con programas de vivienda rural, tecnificación del sector lechero, coberturas cambiarias y recursos del crédito, promoviendo el incentivo a la capitalización rural por medio de Finagro.

 

En su conjunto, el Plan comprende una asignación presupuestal adicional de $5 billones y se espera impacte el crecimiento en un punto porcentual, y que su ejecución genere 300-350 mil empleos. Un análisis preliminar sugiere que algunas medidas le apuntan a un cambio estructural, mientras que otras son la respuesta a los llamados de atención de líderes de sectores que se han visto afectados por la desaceleración de la economía mundial o por temas regulatorios.

En un contexto de críticas por una baja ejecución, este puede ser el momento propicio para que el Gobierno gaste, coincidiendo con los intereses electorales del 2014.

 

Los astros, como lo dice el presidente Santos, parecen seguir alineados.

Tomado de:portafolio.co