Durante uno de los recesos, una persona se me acerco y me pregunto lo siguiente:
¿Por qué en muchas ocasiones los procesos de gestión de riesgos fracasan, a pesar de la organización contar con un sistema sofisticado de información, tecnología de punta para capturar los eventos de riesgo y personal capacitado?
Mi repuesta fue la presentación de un pasaje llamado “El Pensamiento Grupal: Puntos Ciegos Compartidos”, del libro “Focus” escrito por el afamado pensador Daniel Goleman, el cual presente dos casos de errores de grupo:
Caso No. 1:
“En los inicios de la crisis económica de los productos de inversión basados en las llamadas hipotecas basura, se entrevistó a un financiero cuyo trabajo había consistido, precisamente, en la creación de esos mismos productos. En esa entrevista, explicó que su trabajo rutinario había sido tomar grandes cantidades de tales hipotecas y dividirlas en tres grandes grupos: las menos malas, las no tan buenas y las francamente pésimas. Luego debía repetir la misma operación y acabar creando, con cada uno de los grupos así organizados, productos de inversión derivados de ellos.
Y su respuesta a la pregunta de quién querría comprar ese tipo de productos fue: “¡Idiotas, claro está!”.
Pero lo cierto es que hubo gente aparentemente muy inteligente que, ignorando las señales de que esos productos derivados no merecían la pena y subrayando lo que pudiera apoyar tal decisión, invirtieron dinero en ellos. Cuando, quien ignora las evidencias que apuntan en sentido contrario no es un individuo, sino un grupo, se habla de “pensamiento grupal”. La necesidad implícita de sustentar una determinada opinión (descuidando aspectos esenciales que apuntan en sentido contrario) genera puntos ciegos que desembocan en decisiones equivocadas”.
Caso No. 2:
“El círculo interno del presidente George W. Bush, y su decisión de invadir Iraq basándose en su supuesta posesión de “armas de destrucción masiva”, nos proporcionan un ejemplo clásico en este sentido, y lo mismo sucede también con los círculos de jugadores en Bolsa que alentaron el colapso de los productos de inversión derivados de las hipotecas. Ambos ejemplos de catástrofes provocadas por el pensamiento grupal se refieren a grupos aislados de personas responsables de decisiones que no se formularon las preguntas adecuadas o que, entrando en una espiral de autoafirmación, ignoraron los datos que apuntaban en otra dirección.”
Finalice mi análisis con una frase de JP Morgan quien dijo:
“Ninguna técnica analítica por más sofisticada que sea, podrá reemplazar a la experiencia y el buen juicio profesional en el manejo de los riegos”.
Moraleja: Tenga siempre presente que la gente hace sus elecciones en base a sus emociones (y luego usa los datos para justificar las mismas).
Tomado de: https://www.portafolio.co/opinion/blogs/buenas-practicas-auditoria-y-control-interno-las-organizaciones/que-fracasan-los-proce