Fuente: https://www.larepublica.co/analisis/miguel-uribe-turbay-3432420/salvavidas-frente-al-iva-3500165

Los bloqueos violentos en mayo de 2021 dispararon el precio de los alimentos – según el Banco de la República – y desde entonces el costo de vida no ha parado de subir. Estos disturbios que dejaron tres policías muertos y 1.548 heridos, protagonizados por la “primera línea”, financiada y patrocinada por quienes hoy gobiernan, desataron la inflación que en este momento tiene a los colombianos con el agua hasta el cuello.

En octubre pasado la inflación alcanzó 12,2% anual, de lejos, la más alta de este siglo. Como bien se repite, la inflación es el “impuesto” más regresivo, pues golpea principalmente a los más pobres. Esto se debe a que los hogares de menores ingresos utilizan en mayor medida sus ingresos para comprar alimentos y la inflación de alimentos ya supera 27%.

A la inflación se suma la devaluación, que desde que Petro ganó la presidencia, ha sido de 28%. Y para rematar, el pronóstico para el próximo año es de desaceleración económica profundizada por la nefasta reforma tributaria de este gobierno.

De acuerdo con el Banco de la República, se estima un crecimiento del PIB de solo 0,5% para 2023 y, en el mejor caso, la Ocde prevé un crecimiento de 1,2%.

Así las cosas, teniendo en cuenta las dificultades económicas del próximo año, que el precio de los alimentos no parece ceder y que la tributaria le puso aún más impuestos a la comida, propusimos bajar el IVA de los productos gravados con la tarifa de 19% a 16% para aliviar el bolsillo de los colombianos y proteger la economía de los hogares de menores ingresos.

Lo anterior, porque al igual que la inflación, el IVA también es regresivo y en tiempos de alta inflación genera mayores presiones sobre los hogares más pobres.

Esta propuesta desató la furia de los petristas y rápidamente salieron a decir que es imposible aplicarla en este momento. Por una parte, mienten al asegurar que el gobierno no tiene como sostener la disminución de tres puntos del IVA, y, por otro lado, dejan en evidencia su cinismo, pues en campaña tanto Petro, Francia y Bolívar propusieron bajar el IVA. Ahora que están en el gobierno, se hacen los locos.

Teniendo en cuenta que el recaudo por el IVA en 2021 fue de $46 billones y, asumiendo que todos los productos estuvieran gravados con la tarifa de 19% – lo cuál no es así, pues varios productos tienen tarifas de 5% o están exentos -, cada punto de la tarifa del IVA representaría $2,4 billones. Nuestra propuesta tiene un impacto fiscal de máximo $7,2 billones.

Este costo puede asumirse fácilmente con alguna de las sobretasas creadas por la reforma tributaria, y con creces sería compensado con el beneficio social del aumento del consumo de hogares de bajos ingresos.

Finalmente, nuestra propuesta de reducir el IVA para compensar la inflación además de ser necesaria para el alivio de los hogares colombianos es técnica y fiscalmente viable. Esta semana radicaremos el proyecto de ley como un salvavidas, eventualmente temporal, para reducir el precio de los alimentos y otros productos esenciales sin perjuicios en la economía y las finanzas del país.

Nota: El próximo año sentiremos las angustiosas consecuencias de la reforma tributaria y las equivocadas decisiones macroeconómicas del actual gobierno: mayor inflación, menos empleo y oportunidades; es decir más pobreza.