El bienestar general de los empleados se ha convertido en un activo más del mundo empresarial.
Las compañías han comenzado a entender que la buena salud de su recurso humano se ve reflejada en los balances de fin de mes.
En otras palabras: anticiparse a la enfermedad de los trabajadores no solo mejora su productividad, sino el clima laboral y, por ende, las finanzas de la caja mayor.
“Empleados sanos producen resultados sanos”, dice Juan Carlos Santacruz, director ejecutivo de la Fundación Colombiana del Corazón. Una empresa que se preocupa por la salud de su empleado –agrega– crea un entorno en el que promueve el buen trato y lo invita a comer bien, a hacer actividad física y a no fumar.
No se trata de prohibir sino de educar, advierte Santacruz. Por eso, desde hace más de un año la fundación que dirige invitó a las grandes compañías del país a certificarse como organizaciones saludables (tres empresas de alimentos ya lo han hecho y 34 están en camino), es decir, a convertir su fuerza laboral en su objetivo de responsabilidad social.
Esto significa ofrecerles un ambiente de trabajo que preserve –y no enferme– sus corazones, a partir de la formación en hábitos saludables. Al cuidar el corazón, se cuida la vida. (Lea también: También ponga de su parte / Le tengo el remedio)
El objetivo es que el trabajador no pierda su salud en su desempeño laboral. Si llegó sano, que continúe sano y se retire aún más sano.
¿Qué es, entonces, una empresa saludable? Según Juan Vicente Conde, médico especialista en medicina del trabajo, es en realidad una organización capaz de proteger su recurso humano dentro de un contexto de bienestar integral.
“Es el componente práctico de una política mundial en el que la OMS se ha involucrado desde hace algo más de una década, y forma parte de los esquemas que incluyen escuelas saludables, ciudades saludable y hogares saludables”, dice el experto.
Esto se traduce en programas preventivos y de salud ocupacional dirigidos a controlar los factores de riesgo que puedan generar enfermedad o accidentes en los empleados.
La empresa, entonces, debe identificar las situaciones que generan factores de riesgo de enfermedad cardiovascular e intervenir.
Si el lugar de trabajo promueve el sedentarismo, una alimentación desequilibrada y no tienen claro qué significa promover espacios libres de humo, y adicionalmente, no permite que la gente sea feliz, es muy probable que esto se traduzca en enfermedades, explica Santacruz.
“Decidimos clasificar a nuestros empleados según su riesgo cardiovascular y diseñamos estrategias de manejo integral para cada caso”, afirma Édgar Acosta, coordinador de salud ocupacional de Pacific Rubiales Energy, una de las empresas que buscan certificarse este año.
Muy pronto, la certificación de empresa saludable tendrá en cuenta, el esfuerzo empresarial por reducir el estrés laboral y la promoción de la lactancia de las trabajadoras.
Cómo promover la salud
“El impacto en nuestra salud ha sido enorme, pues se ha reflejado en mejor rendimiento y aprovechamiento de las actividades que realiza la empresa”, dice Harold Sánchez, empleado de Pacific Rubiales.
Estas son algunas acciones concretas para un entorno saludable:
– Pausas activas en varios momentos del día (estiramientos, caminar 10 metros, caminar en puntas de pies o en los talones).
– Mayor tiempo para ir a almorzar, de manera que el trabajador se desplace a pie a sitios más lejanos.
– Disponer de parqueaderos a cuatro cuadras para promover el desplazamiento.
– Retirar la sal de las mesas.
– Que toda la empresa sea un espacio libre de humo.
– Ofrecer alimentos saludables y promover el consumo de más frutas y verduras.
ANDREA LINARES GÓMEZ
REDACCIÓN SALUD
Tomado de: https://www.eltiempo.com/vida-de-hoy/salud/entornos-saludables-para-empleados_13802935-4