El Gobierno lanzó el Plan de Impulso a la Productividad y el Empleo (Pipe), cuyo objetivo es otorgar un impulso adicional a la economía por el lado fiscal.

Este programa es consistente con nuestra expectativa de aceleración del gasto público en el 2013, lo cual sustenta parcialmente nuestro pronóstico de que el crecimiento económico será superior al del 2012. A nivel sectorial, el Pipe se sentirá principalmente en la construcción de edificaciones, mientras que mantenemos cierto escepticismo sobre la efectividad de las medidas enfocadas a devaluar el peso.

Buena parte de la desaceleración económica se debe a factores que están fuera del alcance de la política monetaria, razón por la cual hemos criticado que el Banco de la República haya recortado su tasa de interés más allá de lo que sugiere la situación de la economía. En contraste, hemos mencionado que el gasto público sí podía tener mayor capacidad para mitigar esos factores, así que el Pipe es una respuesta interesante a las necesidades actuales de la economía.
 

El Gobierno estima que el Pipe aportará 1 punto adicional al crecimiento económico del 2013. Somos escépticos ante esta cifra, pues creemos que varias de las medidas tomarán más tiempo en tener impacto, frente a lo que asumen las autoridades. Por otro lado, el Pipe tendrá un costo de 5 billones de pesos, de los cuales solo 1,1 billones corresponden a la vigencia del 2013 y no comprometen las metas fiscales del año.
 

Medidas fiscales
 

En nuestra opinión, la medida de mayor impacto y la más inmediata es la del impulso a la construcción de vivienda. El Gobierno destinará 1,5 billones de pesos en subsidios directos y a las tasas de créditos hipotecarios, para la construcción de 86 mil viviendas de interés prioritario cuyos beneficiarios tengan ingresos menores a dos salarios mínimos. El Gobierno aportará 30 % a 35 % del valor de la vivienda, cercano a 40 millones de pesos, y cubrirá 5 puntos porcentuales de la tasa del crédito hipotecario. Un subsidio similar por 200 mil millones de pesos será destinado a 14 mil viviendas rurales.
 

Adicionalmente, otras 32 mil viviendas nuevas cuyos valores oscilen entre 80 y 200 millones de pesos se beneficiarán de una reducción en la tasa del crédito hipotecario, que baja de 12,5 % a 7 %. El Gobierno subsidiará 2,5 puntos porcentuales, mientras que los bancos acordaron aportar el resto de la rebaja. Para este programa, el Gobierno aportará 0,4 billones de pesos.
 

Con estas medidas, vemos una alta probabilidad de que el crecimiento del subsector de edificaciones sea superior al 5 % observado en el 2012.
 

Igualmente, el impulso a la vivienda debería estimular una parte de la actividad industrial. Otras medidas destinadas a aliviar la difícil situación de la industria incluyen: i) créditos preferenciales por 0,8 billones de pesos; ii) extensión de la política de cero arancel para bienes de capital y materias primas no producidas en el país; iii) disminución de costos de energía y gas; iv) tarifas de retención en la fuente preferenciales para la industria; y v) anticipación de la reducción en los costos laborales que introdujo la reforma tributaria.
 

El sector agrícola también recibirá subsidios por 0,6 billones de pesos y el de la infraestructura recibirá una inversión adicional de 0,7 billones para acelerar la ejecución de carreteras en el 2013.
 

Medidas cambiarias
 

El Gobierno planea introducir cambios a la regulación del régimen de inversión de los fondos de pensiones privados y del Fondo de Pensiones de las Entidades Territoriales (Fonpet), con el fin de incrementar las inversiones en moneda extranjera en 5 mil millones de dólares.
 

En cuanto a los fondos de pensiones privados, el Gobierno aspira a que la inversión en moneda extranjera aumente en 4 mil millones de dólares. Actualmente, los fondos de pensiones obligatorios administran 130 billones de pesos, de los cuales el 13 % está invertido en moneda extranjera, pero solo el 8 % está expuesto a riesgo cambiario, ambos muy por debajo de los límites superiores.

Así que el objetivo del Gobierno es aumentar la exposición en 5 puntos porcentuales. Ya se aclaró que no se impondrá límite mínimo de inversión en moneda extranjera, así que probablemente el cambio se haría por el lado de la exigencia de rentabilidad mínima, como aumentar la ponderación de activos externos para su fórmula de cálculo.
 

Aunque no se han presentado detalles de esta medida, tenemos serias dudas de que se alcance este objetivo sin imponer límites mínimos estrictos. Adicionalmente, dependiendo de si la medida se enfoca en aumentar la exposición a moneda extranjera o al riesgo cambiario, el impacto podría darse sobre el mercado de contado o sobre los derivados de monedas, respectivamente. Igualmente, advertimos sobre el riesgo que implica inducir a los fondos privados a invertir recursos en busca de un objetivo cambiario y no de un objetivo de eficiencia.
 

Con respecto al Fonpet, dado que una de sus fuentes de recursos son las regalías, el plan contempla que esos dineros se mantengan en moneda extranjera, que es la denominación de origen de las regalías mineras. Según el presupuesto, los aportes de regalías a Fonpet durante la vigencia 2013-2014 es de 1.000 millones de dólares, que es el monto de inversión en moneda extranjera que se quiere alcanzar.
 

Aun así, no creemos que estas medidas tengan un impacto sustancial sobre la tasa de cambio, especialmente por la dificultad de lograr el objetivo que se busca con las inversiones de los fondos privados, y mantenemos nuestro pronóstico de 1.800 pesos por dólar promedio para el 2013.

Tomado de:portafolio.co