Tras quince meses de negociaciones, Israel y Colombia rubricaron ayer en Jerusalén un Tratado de Libre Comercio, TLC, con el que aspiran a relanzar su balanza comercial de cerca de US$700 millones y fomentar las inversiones en el campo de la tecnología.

La firma de la declaración de conclusión de las negociaciones entre el ministro de Comercio colombiano, Sergio Díaz-Granados, y el de Economía y Comercio israelí, Naftalí Bennet, tuvo lugar en una ceremonia en la residencia oficial del presidente Simón Peres, que recibió con todos los honores al jefe de Estado colombiano, Juan Manuel Santos.

En una comparecencia previa de ambos mandatarios, Santos ya había adelantado que con esta visita intenta reforzar las relaciones entre ambos países en asuntos de “cooperación, comercio e inversión y también en temas de política internacional”.

Y tras reunirse durante cerca de una hora, los presidentes anunciaron la conclusión de las negociaciones.

El TLC deberá ser ratificado ahora por vía parlamentaria en ambos países antes de entrar en vigor, lo que se prevé que ocurra a principios de 2014, informaron a EFE fuentes israelíes próximas a las negociaciones.

“Se trata de un buen acuerdo para el beneficio de ambos países”, indicaron las fuentes, que destacaron el tiempo récord en el que ha sido negociado, lo que fue posible gracias “al compromiso de ambas partes y la amistad entre ellas”.

Por su parte, desde la delegación colombiana subrayaron que se trata de “un acuerdo de última generación que va más allá del comercio”.

El tratado contempla que el 70% de las exportaciones de un país al otro queden exentas de tasas de aduanas y barreras arancelarias en cuanto entre en vigor, un porcentaje que se ampliará a la totalidad del comercio dentro de diez años.

La balanza comercial entre Israel y Colombia ascendió en 2012 a unos US$680 millones, favorable al país latinoamericano en un 78%.

Colombia exporta tradicionalmente a Israel carbón, café y sus derivados, esmeraldas y flores, en tanto que las importaciones
colombianas del Estado judío se concentran en productos manufacturados y de alta tecnología.

 

Tomado de: vanguardia.com