Desde un punto de vista negativo, el indicador registró un ligero deterioro en mayo, en comparación con abril y con los niveles vistos en igual mes del 2012. Desde el positivo, el resultado todavía se encuentra por encima de lo observado en febrero y marzo, lo cual quiere decir que el bache habría quedado atrás.

El punto que explica las variaciones más recientes es, ante todo, el de las expectativas. Si bien el sondeo muestra que hay una proporción mayoritariamente optimista, menos colombianos creen hoy que a lo largo de los próximos 12 meses el país va a tener buenos tiempos, económicamente hablando. En contraste, cuando a la gente se le pregunta sobre su situación personal, la calificación sobre el panorama de los hogares muestra un ligero repunte.
 

Cuando se mira la confianza en las principales cuatro ciudades, es llamativo constatar que en Bogotá y Medellín se presentaron reducciones importantes. También en Barranquilla tuvo lugar una caída, pero la capital del Atlántico mantiene indicadores que superan, de lejos, el promedio nacional, tal vez debido al ambiente de prosperidad que la rodea. En cambio, Cali mostró un alza significativa que es bienvenida, dados los elevados niveles de desempleo que la aquejan.
 

Otros datos dejan en claro que el deterioro más grande en la confianza del consumidor se ha dado en el estrato alto, mientras que en el caso del bajo hay un incremento. Por otro lado, la disposición a comprar vivienda es grande, sobre todo en Medellín, al igual que el interés en adquirir electrodomésticos.
 

La radiografía es importante, porque en medio de la compleja coyuntura internacional, la marcha de la demanda interna es definitiva para que el Producto Interno Bruto crezca dentro de los parámetros fijados. En ese sentido, hay que destacar que el pesimismo es menor que antes, si bien el país está lejos de llegar a los máximos de otras épocas. Tal apreciación tiende a coincidir con otras mediciones que sugieren que el mal arranque del primer trimestre quedó superado.
 

Aun así, es evidente que el consumo de los hogares no tendrá un papel estelar en el 2013. Por eso es tan importante que los planes de reactivación que impulsa el Gobierno se cumplan, para lograr que la calificación sobre la realidad de la economía vuelva a subir.

Tomado de:portafolio.co