El plan contempla una inversión aproximada de $5 billones, los cuales se traducirán según sus cálculos en un aumento de un punto porcentual en el crecimiento nacional.

 

Varias cosas quedaron claras con el mensaje presidencial. Fue muy evidente la estrategia de apuntarle a la explosión del consumo como el principal aditivo del crecimiento económico, de ahí el marcado interés por  influir en el comportamiento de las tasas de intermediación,  aunque en este punto es poco lo que puede hacer el gobierno directamente, pero el llamado a la reflexión a la banca nacional fue bastante claro y quizás único en lo que va del presente siglo.

 

La construcción de vivienda fue escogida como uno de los principales protagonistas del plan, con unabuena cantidad de subsidios y tasas preferenciales que necesariamente impulsarán la construcción en los estratos en donde mayor déficit de vivienda existe.

 

En el caso de Santander, según el último censo realizado en Colombia  por el Dane, el déficit se sitúa alrededor del 30%, lo que quiere decir que la medida es más que pertinente.

 

El otro tema que llama la atención es la posibilidad de que los fondos de pensiones dentro de su portafolio contemplen la compra de dólares para ayudar a combatir la revaluación del peso y no dejar solo al Banco de la República en tan descomunal tarea. Muy bien por esta decisión que sin duda aliviará a la industria nacional.

 

Todas las medidas del plan que también se ajustan a otros sectores como el  agropecuario y demás, unido a los $6 billones en obras de infraestructura vial en el departamento, traerán consigo un mejor escenario económico a mediano plazo a una región que muestra signos destacados de crecimiento. Bienvenido Pipe.

Tomado de: vanguardia.com