Existen muchas otras métricas tales como las usadas para evaluar el desempeño ambiental, social y del gobierno (ESG = environmental, social and governance); la eficiencia de los recursos; la capacidad de recuperación del modelo de negocios; la capacidad innovadora; la fortaleza de la marca y la cultura corporativa que pueden ser tan informativas respecto de cómo un negocio está creando valor. Hay mucho que decir acerca de la construcción de un negocio que supere esas métricas – especialmente cuando los competidores fallan, ignoran o simplemente entienden de manera equivocada cómo pueden orientar el valor del negocio y las oportunidades de crecimiento.

Los CFO, con su ventajoso punto de vista trans-funcional, único, necesitan tener en cuenta mucho más que sus resultados para el siguiente trimestre y para el rango amplio de stakeholders – clientes, proveedores, consumidores, empleados, organizaciones no gubernamentales y comunidades – que juegan un rol importante en el éxito de la organización.

Esta investigación da una mirada profunda a cómo las compañías determinan la materialidad en el contexto ESG, y discute los desafíos que enfrentan los administradores y cómo ello impacta qué tipos de datos se revelan. Hoy, la mayoría de las organizaciones que miden esas métricas no-tradicionales revelan la mayoría de la información en un reporte separado sobre la sostenibilidad – aunque es probable que esto cambie.

El desafío que enfrentan todas las compañías públicas y privadas es cómo determinar qué información revelar. Muchas compañías están intentando aplicar el principio de materialidad, derivado de la información financiera tradicional, a este nuevo conjunto de métricas de desempeño, pero esto continúa siendo un terreno difícil dado que hay poca orientación acerca de precisamente qué hacer. Dicho de manera simple, los administradores ni tienen las herramientas ni el enfoque para tomar esas decisiones de manera eficiente y rigurosa. El resultado son datos difíciles de usar para tomar decisiones de negocios, tanto al interior de la compañía como externamente.

En relación con la ESG, la determinación de la materialidad es una de las decisiones más complicadas para la administración principal, dado que ésta enfrenta considerable incertidumbre en relación con los temas de ESG. Con recursos limitados a la mano, los administradores deben seleccionar un conjunto pequeño de indicadores materiales del desempeño que informen sobre los impactos de la valuación y de manera consistente reporten los datos, y deben centrarse menos en intentar satisfacer a cada uno de los stakeholders de la compañía.

Además, la determinación de la materialidad de la ESG no necesita ser un ejercicio cualitativo del “dedo frente al viento.” Los métodos de la ciencia de las decisiones pueden ayudarles a los líderes corporativos y a los CFO a aprovechar la inteligencia que es ganada a partir de todos los stakeholders clave mediante la aplicación de un enfoque más estructurado para el compromiso del stakeholder; y hacer selecciones estratégicas, incluyendo decisiones de presupuestación del capital. Más importante aún, el resultado es cuantitativo y se basa en conocimientos fundamentales respecto de cómo se toman decisiones complejas.

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Tomado de: Deloitte.com