Contrapartida
De Computationis Jure Opiniones
Número 1038, Noviembre 05 de 2014

Las organizaciones profesionales suelen tener una visión egoísta. Piensan en el bienestar de sus miembros y, desde allí, gestan sus planes y estrategias. Un gran paso se da cuando ellas toman conciencia de la necesidad de actuar en bien del interés público, como hace tiempo lo hizo IFAC. En ese momento, el interés de los miembros pasa a un segundo plano. En esto no hay pérdida sino ganancia. Cuando una profesión obra en favor del interés público, aumenta el aprecio que le tiene la comunidad, lo que redunda en una mayor demanda de sus servicios.
Para poder obrar en beneficio del interés público es necesario conocerlo. Hay que indagar al respecto. Así las investigaciones cobran un nuevo sentido. Ya no se trata de conocer el mercado, sino qué piensa, qué siente, qué desea, el público. Si una profesión construye un plan, una estrategia, una guía, a la luz del conocimiento del público estará obrando a la fija.

Ahora bien: tratándose del ejercicio de la contabilidad administrativa, “(…) As a profession, management accounting requires a thorough understanding of the business (including the business model) and its operating environment so that organisational risks and opportunities are known. By managing and responding appropriately to risks, organisations can exploit opportunities and generate value for stakeholders over time. (…)”. Poco se esfuerzan los programas de contaduría en Colombia en la enseñanza sobre los negocios, aunque mil voces le señalan su importancia. Este es un conocimiento que, en la mayoría de los casos, los contadores adquieren mientras trabajan en una organización.

Luego el documento que venimos citando señala: “(…) Management accounting lies at the heart of an organisation, at the crossroads between finance and management. It provides structured solutions to unstructured problems, by translating the complex into the simple and by making the simple compelling. (…)”. He aquí el perfil de esta profesión. Los contadores asumen el rol de consejeros de negocios. Esto es distinto de la función de preparar o asegurar información. Se trata de dar guía a partir de la información. Un buen contador hace la diferencia.

Hernando Bermúdez Gómez

Pontificia Universidad Javeriana
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Número 1038, Noviembre 05 de 2014