cesantias

Fuente : www.larepublica.com.co

La próxima semana los empresarios deberán liquidar otro año de cesantías a sus empleados, que ojalá se ahorraran.

Hasta el 15 de febrero los empresarios colombianos tendrán que consignarles a los empleados sus cesantías, momento en el año que marca uno de los mayores clímax entre los consumidores. Esas deudas contraídas por los gastos en diciembre, por el pago de colegios o útiles escolares en enero, y tal vez, proyectos de inversión o bienestar planeados con anterioridad, se hacen realidad durante esta primera quincena del segundo mes.

Es un momento agridulce para todos: para el sistema financiero y para los trabajadores particularmente. Por definición de los fondos de pensiones, “las cesantías son una prestación social originada del contrato de trabajo, que reconoce el empleador al trabajador y se liquida anualmente o al terminar el contrato de acuerdo con el régimen de cesantías que cobije al empleado”.

El dinero por ese concepto es administrado por un fondo que a su vez juega un papel muy importante en la dinámica económica de un país en la bolsa de valores. Pero los beneficiarios pueden retirar parcialmente el dinero si es para el pago de educación superior del afiliado, cónyuge o sus hijos; para la adquisición, mejora o liberación de hipoteca de vivienda; para el pago de impuestos de valorización o renta de la vivienda del afiliado, y para garantizar préstamos para vivienda que otorgan los fondos de empleados y cooperativas.

El esquema está claro en sus definiciones clásicas adoptadas en 1990, pero entra en crisis muchas veces en la práctica cuando culturalmente se usa el dinero de estas cesantías en asuntos que desvirtúan su verdadera naturaleza. El ahorro en Colombia no es un asunto cultural y contamos con una de las tasas más bajas de América Latina en ahorro privado; las razones son variadas y en muchas ocasiones tienen que ver con la baja seducción que tienen los bancos para hacer multiplicar el dinero en el tiempo.

Bajo estas circunstancias, los trabajadores esperan el pago de las cesantías en febrero para destinarlas para el consumo básico, como si se tratara de un salario adicional, actuación que pone en jaque la economía del bolsillo durante la eventualidad de perder el trabajo y se entre en un tiempo de cesación de salario mensual. En Colombia se necesita una verdadera campaña por incentivar el ahorro privado como un mecanismo de seguridad futura y para fortalecer más el sistema financiero nacional, pero esa cruzada pierde todo su efecto cuando los fondos de pensiones y cesantías, más los bancos y cooperativas, no se afanan por brindarle ganancias al tenedor de una cuenta de ahorros.

Creemos en una cruzada por el ahorro privado nacional y una mayor sensibilidad para el uso de las cesantías, pero el sistema financiero también tiene velas en este asunto.

Tomado de : https://www.larepublica.com.co/archivos/OPINION/2011-02-07/una-verdadera-cruzada-por-el-ahorro_121077.php