Los Tratados de Libre Comercio garantizan una rebaja de precios en los productos, aunque el impacto no se siente a corto plazo a futuro la oportunidad de adquirir artículos a un mejor precio aumenta. Dos economistas analizan la situación.

Esta semana empezó con el anuncio de la entrada en vigencia  el próximo 15 de mayo del Tratado de Libre Comercio entre Colombia y Estados Unidos.

Lo primero que hay que dejar en claro es que para esa fecha y probablemente hasta un mes después de ese día, no habrá descuentos ni promociones en los establecimientos comerciales.

La razón es que muchas empresas que traen o importan artículos, ya compraron bienes  pagando arancel y hasta no terminar con ese inventario de mercancía tendrán que abstenerse de vender los productos que ingresen al país con la entrada en vigencia del TLC.

Precios más bajos

Para la investigadora de la Universidad Externado y economista, Constanza Blanco, “el deber ser indicaría que la colocación de esos productos con unas calidades que se esperan que sean buenas,  favorezcan a los consumidores tanto en calidad como en precio”.

Otro economista, Germán Medina y profesor de la Unad, manifiesta que “el primer impacto va a ser en una descarga de los precios de los productos importados de los Estados Unidos. Habrá rebajas en vehículos, en electrodomésticos y en productos de consumo”.  

Pero aclaran que los precios no bajaran de inmediato porque el tratado contiene una serie de normas que regulan la entrada de productos, el caso más representativo es el de los carros.

Para que se aplique cero arancel a los vehículos de gama media (desde $37 millones, hasta $85 millones)  habrá que esperar cinco años a partir de la entrada en vigencia del TLC y diez años para los de gama baja que son aquellos que cuestan hasta $37 millones.

Los zapatos, los cereales como el arroz, maíz, trigo, cebada y avena serán algunos de los primero productos en mostrar una importante reducción de precios. Más adelante los lácteos y los productos cárnicos mostrarán bondades adquisitivas.

El riesgo

Como en todo mercado, hay unos ganadores y perdedores. Blanco argumenta que los sectores que no se prepararon para el TLC se van a enfrentar a un competencia muy fuerte, por lo que se prevé que muchos productores se quedarán fuera del mercado lo que dejará sin empleo a muchas personas y reducirá los ingresos de algunas familias. Eso significa que las finanzas mermaran y no tendrán los suficiente para comprar otros productos.   

“Hay sectores de empresas muy pequeñas y poco competitivas que no tienen la posibilidad de llegar rápidamente a indicadores de eficiencia que exige el tratado  y no podrán jugar, entre esas están las empresas familiares, o las microempresas”.

Similar piensa Medina: “el peligro es que el mercado estadounidense afecte a la mediana y pequeña empresa colombiana. Hay productos que van a llegar mucho más baratos por efectos de la balanza cambiaria (precio del dólar)  y como repercusión a largo plazo, puede afectar la variable de empleo”.

Tomado de: www.finanzaspersonales.com.co