Fuente: https://www.larepublica.co
En su discurso de plan de creación de empleo, el presidente de Estados Unidos Barack Obama puso sobre la mesa la necesidad del TLC con Colombia y dijo que “llegó la hora de despejar el camino” de este acuerdo, junto con el de Panamá y Corea del Sur.
Obama afirmó que de esta manera será más fácil para las compañías estadounidenses vender sus productos en esos países, a la vez que ayudará a aquellos trabajadores que se han visto afectados por la competencia global.
En medio de una economía débil y con más de la mitad de los ciudadanos inconformes con su gestión, el Presidente de Estados Unidos lanzó una propuesta que anuncia una reforma tributaria, recorte de impuestos, incentivos a las empresas e inversión en infraestructura y educación.
Después de especularse por días que la cifra del plan ascendía a US$300.000 millones, Obama presentó un paquete de aproximadamente US$447.000 millones, que incluye US$65.000 millones para alentar a las pequeñas empresas a contratar más trabajadores y US$85.000 millones en ayuda a gobiernos estatales y locales.
Ayer, Obama se jugó su última carta al presentar ante el Congreso el programa de lucha contra el desempleo, en busca de restablecer la salud económica de la primera potencia y lograr su reelección. Según expertos y economistas, el plan es la última medida que el mandatario tiene para lograr la mejoría de la economía estadounidense y conquistar de nuevo la popularidad perdida, para ganar la reelección en 2012.
“Si el plan resulta ser exitoso, no solo se recuperará la economía, sino que Obama se ganará el derecho a ser de nuevo Presidente”, dijo Juan Camilo Rojas, analista internacional de Correval.
La popularidad del mandatario ha venido en picada en los últimos meses, tal como lo confirmaron el Wall Street Journal y la cadena NBC, tras revelarlos resultados de una encuesta que indicó que el 51% de los ciudadanos estadounidenses están inconformes con su gestión. Solo el 40% de los encuestados no culpan a Obama por los males heredados y apoyan una nueva candidatura a la Presidencia de EE.UU. El 44% adelantó que votará por un republicano.
“Ronald Reagan ha sido el único ex presidente de EE.UU. que logró ser reelegido en 1984 con una tasa de desempleo de más del 6%, el cual se encontraba bajo un contexto diferente al actual. Por lo tanto, hoy es poco probable que con 9,1% de desempleo, Obama llegue nuevamente a la Presidencia de Estados Unidos”, recordó Wilson Tovar, director de investigaciones económicas de Acciones y Valores.
Es así como el primer asunto a resolver por el Presidente estadounidense es el empleo, por lo que días antes adelantó en Detroit su decisión de impulsarlo mediante obras públicas, tareas en parques, sectores de la educación y reconstrucción de edificios. Esto último es preocupante, ya que implica contar con el actual presupuesto público limitado.
Sin embargo, la prueba de fuego para este última gran jugada del mandatario llegará antes de finalizar el año, cuando el plan de ajuste fiscal aprobado en agosto, inicie los recortes para alcanzar la reducción de US$1,5 millones en el gasto a más tardar en diciembre. En esto se verá la sostenibilidad de la propuesta laboral que lanzó Obama.
“Los mercados mirarán de donde saldrá el dinero para llevar a cabo este proyecto, pues el recorte fiscal que debe hacerse en diciembre de este año, es casi tres veces más que lo que se necesita gastar para ese plan, y por lo que se convierte en un panorama incierto. Además, los republicanos no la dejarán fácil”, expresó Lilian Mora, analista de activos internacionales de Ultrabursátiles.
Es así como si el plan de Obama no muestra una efectividad a corto plazo, las aspiraciones políticas del mandatario pueden verse truncadas. “Si desde el momento que se apruebe la propuesta, hasta el primer trimestre de 2012, el empleo y el crecimiento no aumentan, es probable que la gente no vote por Obama, pues éstos son los índices que más afectan a la ciudadanía”, explicó Rojas.
Bolsas en espera de Obama
Las plazas bursátiles oscilaron entre pérdidas y ganancias durante la sesión, expectantes de la presentación del plan de Obama, y movidas por los malos datos sobre el aumento de subsidios de desempleo en la primera potencia mundial.
Los mercados de Asia, salvo los de Shangai y Hong Kong, subieron ayer, por lo que en Tokio, el índice Nikkei de la bolsa local ganó 0,34%, mientras que el índice Hang Seng de Hong Kong bajó 0,67%.
En cuanto a las bolsas europeas, éstas anotaron al cierre de la jornada moderados avances a la espera del anuncio de Obama y tras el desencanto sobre la reducción en las proyecciones de crecimiento de Europa. El índice FTSE100 de la bolsa de Londres terminó con una ganancia de 0,41%, mientras el DAX de la Fráncfort avanzó un ligero 0,05%. En París, el índice CAC-40 cerró en alza 0,41% y el Ibex 35 de la bolsa de Madrid subió 1,49%.
Por su parte, las acciones estadounidenses cerraron con pérdidas ayer por la decepción de los inversionistas después que Bernanke no entregara detalles de las posibles medidas para impulsar la recuperación económica y que las solicitudes de subsidio por desempleo subieran inesperadamente, dando nuevas señales de debilidad en el mercado laboral. El promedio industrial Dow Jones retrocedió 0,71%, mientras S&P 500 cayó 0,69%. En tanto el Nasdaq Composite cedió 0,4% a 2.538,96 unidades.
Subió subsidio por desempleo en EE.UU.
La cifra semanal de solicitudes de subsidio por desempleo aumentó en 2.000 pedidos y se ubicó la semana pasada en 414.000, lo cual refleja la debilidad del mercado laboral de Estados Unidos, según los datos que presentó ayer el Departamento de Trabajo. El promedio de solicitudes en cuatro semanas subió en 3.750, llegando a 414.750, el nivel más alto desde mediados de julio. La cifra de personas que percibía el subsidio pagado por los estados en la semana que terminó el 27 de agosto bajó en 30.000 y quedó en 3,72 millones.
El subsidio por desempleo cubre hasta 26 semanas, pero de cara a la recesión económica más profunda y prolongada el gobierno federal de EE.UU. ha extendido los programas en algunos casos hasta por 90 semanas.
