En las compañías es muy usual la contratación de colaboradores para que realicen sus funciones en turnos específicos, con el fin de lograr el cumplimiento de los objetivos de la organización, alternando el horario de cada uno de los funcionarios como una estrategia que permite el desarrollo cabal de las tareas.
Sin embargo, para muchas empresas surgen dudas sobre las ventajas que tiene este tipo de horarios, tanto para las compañías, como para los empleados.
Además del manejo adecuado que se le debe dar al trabajo por turnos, con el fin de que resulte ser exitoso para ambas partes.
Por lo que es importante tener claro cuál es el concepto de un trabajo por turnos. Para Martha Susana Hernández, docente del área de talento humano de la Universidad de la Amazonía, se puede definir como “toda forma de organización del trabajo en equipo según la cual los trabajadores ocupan sucesivamente los mismos puestos de trabajo, de acuerdo a un cierto ritmo, continuo o discontinuo, implicando para el trabajador la necesidad de prestar sus servicios en horas diferentes en un período determinado de días o semanas”.
Según la Organización Internacional del Trabajo, OIT, el trabajo por turnos es: ” un método de organización del tiempo de trabajo, en el cual los trabajadores se reemplazan uno al otro en el área de labores en forma tal, que el establecimiento pueda operar más horas de las horas que un trabajador individual”.
El trabajo por turnos puede estar dividido en dos o tres turnos, a saber: mañana, tarde y noche. Cuando la empresa por motivos de índole organizacional debe funcionar las 24 horas del día y los 7 días de la semana, sin pausa diaria, ni los fines de semana o los festivos, lo cual trae como consecuencia que los turnos pueden ser fijos/permanentes o rotativos. Es decir, que no siempre el mismo colaborador tendrá durante su permanencia laboral el mismo horario de trabajo, y ello dependerá de la frecuencia en que se realice la rotación de los turnos.
Dentro de las ventajas que trae para la organización el sistema de turnos están: Obtener la mayor productividad, eficiencia y eficacia de los equipos y maquinaria, por la mayor extensión en la operación de ellos. Incremento en el mayor numero de piezas elaboradas, mayor producción. Mayor efectividad en los procesos y procedimiento realizados.
Otra ventaja es que al estar funcionando los equipos en horas de la noche el consumo de energía se hace más dinámico, en consideración a que no hay sobrecarga del mismo.
Con este tipo de jornada laboral el empleado cuenta con más tiempo libre para dedicarse a otras actividades, tales como: estudio, formación, descanso y disfrutar mayor tiempo con la familia.
Sin embargo, en muchos casos la organización tiene consecuencias negativas en cuanto al manejo de la seguridad y la salud de los trabajadores, especialmente los del turno nocturno. Más costos administrativos por la contratación de un mayor número de empleados, para el normal desarrollo de las actividades, que trae consigo mayores gastos en recargos nocturnos y festivos.
El empleado también puede encontrarse con ciertas dificultades, tales como:
Quebrantamiento en el normal desarrollo de las actividades familiares, sociales y recreativas.
En los turnos nocturnos se puede presentar la dificultad en conseguir un medio de transporte hacia y desde el lugar de trabajo y sitio de residencia. Entre otros aspectos.
Se debe analizar la relación costo-beneficio
En muchos casos las empresas designan turnos rotativos al funcionario, lo que genera que se de dificulte, por ejemplo, capacitarse y tomar cursos de formación humana o profesional. Además puede presentarse alteración del reloj biológico interno, riesgos para la salud física y mental. Económicamente hablando la organización debe analizar el costo-beneficio que trae para ella el establecimiento de turnos laborables, especialmente en lo atinente al turno nocturno, que tan rentable es para la empresa en términos de productividad, eficiencia y eficacia. También se deben tener en cuenta las horas extras para el empleado.
