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Como un “grito de independencia” calificó el senador Camilo Sánchez la decisión que se tomó ayer en la Plenaria de Senado de hundir el proyecto por el cual se eliminaban los tres ceros al peso y se creaba una nueva moneda colombiana.
Para la mayoría de los expertos el proyecto tenía futuro ya que contaba con la aprobación tanto del ministro de Hacienda, Juan Carlos Echeverry, y la del gerente general del Banco de la República, José Darío Uribe.
El Gerente del Emisor había manifestado su opinión favorable sobre este proyecto. “Si uno quiere hacer un cambio quitándole tres ceros al peso, debe cumplirse en el mejor momento, como ahora”, afirmó.
Sin embargo, el senador Sánchez dijo que el tiempo no era el adecuado debido a que dicho cambio solo se debe hacer cuando hay hiperinflación y el país tiene actualmente una inflación de un dígito. Así mismo, el congresista argumentó que el costo fiscal para el sector productivo iba a ser muy alto.
El senador Juan Mario Laserna, uno de los ponentes de la iniciativa, dijo que el proyecto iba a ser muy positivo para el país y que el mismo Ministro de Hacienda había demostrado que después de un tiempo el costo fiscal se iba a disminuir.
Echeverry dijo durante su intervención en la Plenaria de Senado que el Banco Central realizó dos encuestas en las que se demostró que el 65% de las personas entrevistadas se mostró de acuerdo con el cambio monetario y agregó que al generar el cambio la inflación no se afectaría.
La oposición a la iniciativa argumentó que este proyecto generaría caos en el manejo del dinero de la sociedad. No obstante, el titular de la cartera dijo que esto no iba a suceder.
“Una reforma monetaria no genera caos, lo que hace es beneficiar todas las transacciones de la economía. Incluso, a los colombianos menos favorecidos les ahorrará procesamiento de información y a las empresas, procesamiento contable”, añadió.
El senador Roberto Herlein afirmó que este nuevo proceso llevaría al país a una “locura económica” y criticó la ausencia de elementos jurídicos tanto del jefe de la cartera de Hacienda como del Gerente del Banco de la República. Igualmente, criticó la falta de un plan de contingencia. El senador Jorge Robledo dijo que el país no estaba preparado para este tipo de cambios y que el Gobierno Santos no contemplaba capacitación alguna.
El autor del proyecto, senador Antonio Guerra de la Espriella, dijo que el proyecto tenía una alta conveniencia para la economía en el mediano y largo plazo, contrario a lo que los opositores manifestaron. Según el congresista, eliminar los tres ceros al peso permitía: primero, hacer más eficiente el uso de la moneda; segundo, facilitaba las transacciones al comercio en general, y tercero, le ahorraba costos y tiempo a los agentes productivos.
“Los costos, explicó Guerra, se habrían ahorrado porque menores cantidades de ceros reducían más papel a la hora de impresión. Así mismo, el país hubiera tenido estándares internacionales de haberse aprobado la iniciativa”.
El senador Guerra manifestó que la oposición no tuvo argumentos de fondo para rechazar el proyecto. “Hubo muchas falacias, mucho verbo, pero muy poco compromiso de las bancadas que hacen parte de la mesa de Unidad a pesar del llamado del Gobierno”, agregó.
Guerra dijo que no hubo ambiente ni lo habrá para este proyecto en el resto de la legislatura. “Pierde el país una oportunidad de avanzar en términos de simplificar su moneda”, añadió.
El senador Laserna dijo que por el momento no tienen ninguna intención de retomar el proyecto.
Vigencias futuras pasó primer debate en comisiones IV
Ayer, el proyecto de vigencias futuras fue aprobado en primer debate por las comisiones cuartas de Cámara de Representantes y de Senado. De acuerdo con el ministro de Hacienda, Juan Carlos Echeverry, estos recursos que están destinados para construir acueductos, infraestructura, ciudades amables, sistemas integrado de transporte, entre otros, estaban en problemas porque no tenían una base presupuestal sólida. Este proyecto no aplica para el gasto corriente, salarios, para gastos de funcionamiento, debe ser solo para obras de infraestructura plurianuales, como los planes departamentales de agua y construcciones de colegio.
