El primero consiste en estimar cuánto podría aumentar el recaudo al incrementar al máximo posible el número de bienes gravados con el IVA al 10% y 16%. Actualmente, Colombia es el país con mayor número de tasas de este tributo en América Latina, existen nueve tarifas diferenciales y su tasa principal es del 16%.

De acuerdo con Fedesarrollo, esta cantidad de tarifas reducen la tasa promedio efectiva, dificultan su recaudo, facilitan la elusión y, en conjunto, reducen la productividad.

La entidad manifestó que en la propuesta de reforma, además de tener en cuenta el compromiso político adquirido por el presidente Juan Manuel Santos de no aumentar las tarifas impositivas, debe tener presente la oposición de la Corte Constitucional a la universalización del IVA.

En la Ley 788 de 2002 se había dispuesto ampliar la base gravable del IVA, de manera que gran parte de los bienes excluidos, que en su mayoría pertenecen a la canasta familiar, fueran gravados con el 2%. Sin embargo, la Corte declaró el artículo inexequible.

El senador conservador Gabriel Zapata afirmó que si el Gobierno propusiera gravar los productos de la canasta familiar encontraría una dificultad en el Congreso. Por su parte, el presidente del Instituto Colombiano de Derecho Tributario (Icdt), Mauricio Piñeros, dijo no compartir la tesis expuesta por la sentencia de la Corte y afirmó que el IVA debería ser un impuesto de campo general sin tantas exenciones.

El segundo ingrediente de la receta tributaria planteada por Fedesarrollo es la unificación de la tarifa de renta de la empresas en un nivel inferior a la tasa actual general que es del 33%, pero superior al 15% que se aplica a empresas en zonas francas uniempresariales.

Este no logra ser un impuesto progresivo, tal como lo dicta la Constitución de 1991, ya que está dirigido en gran medida a las empresas y no a las personas naturales. Según la institución, para 2010 el 87% del recaudo del tributo de renta provenía de personas jurídicas y el 13% de naturales.

Otro de los componentes que se debería estudiar en la reforma es disminuir lo máximo posible el nivel de renta exenta con el fin de aumentar el número de personas naturales que pagan el impuesto de renta. El costo fiscal de las rentas exentas y las deducciones a personas naturales está ligeramente por debajo del 1% del PIB. Así mismo, Fedesarrollo propone que se deben remover las dudosas prácticas de planificación tributaria que han permitido a las empresas y las personas naturales que perciben las mayores rentas a reducir sus obligaciones para con el fisco.

En el debate de la reforma también se plantea la eliminación gradual de los impuestos más distorsionantes, como lo son los parafiscales, por lo que se debe buscar un reemplazo con otros tributos a fin de poder financiar las actividades que dependen de los parafiscales.

En cuanto al impuesto al patrimonio, Fedesarrollo propone que en tanto no exista espacio fiscal para eliminarlo en su totalidad se debería contemplar concentrar su recaudo en personas naturales, no en jurídicas, lo que haría que fuera más progresivo.

Recaudo debería aumentar entre 1% y 1,5% del PIB


Pese a que el ministro de Hacienda, Juan Carlos Echeverry, ha dicho que no se necesita una reforma para recaudo, Fedesarrollo afirmó que esta quizás debería contemplar un aumento en el recaudo tributario, entre el 1% y el 1,5% del PIB, debido a que el Gobierno tiene que asumir un gasto anual cercana a 3% del PIB en pago de intereses sobre la deuda pública y a la vez debe regirse bajo la Regla Fiscal.

Tomado de: https://www.larepublica.com.co/node/3727