Fuente: https://www.dinero.com

El famoso autor Nigel Marsh es un fenómeno por sus planteamientos sobre el balance entre la vida y el trabajo. En entrevista exclusiva con Dinero revela sus principales consejos.

Nigel Marsh es, sin duda, un hombre de éxito. Como director regional para Australia y Nueva Zelanda de la agencia de publicidad Young and Rubicam, Marsh tiene a su cargo cuentas de la talla de P&G, McDonald’s y Philip Morris. Además, es el fundador de Earth Hour, una iniciativa global en favor del medio ambiente. Sin embargo, a pesar de su éxito profesional, tan pronto cumplió los 40 años cayó en una enorme depresión. “Estaba trabajando demasiado, comiendo demasiado, bebiendo demasiado y dejando a un lado la familia”, recuerda. Quiso entonces cambiar de estilo de vida y para ello dedicó los siguientes siete años a tratar de entender el complejo mundo de cómo equilibrar la vida y el trabajo. Gracias a esta experiencia, publicó dos libros que se volvieron best sellers: Fat, Forty and Fired y Overworked and Underlaid. Desde entonces, se ha convertido en un referente mundial en este tema, uno de los más complejos en la administración del recurso humano en las empresas.

Dinero habló con él para conocer, de primera mano, algunos de sus secretos que conduzcan a una vida más balanceada. 

— ¿Cómo equilibrar mejor la vida y el trabajo?

Le sugeriría tres cosas. Lo primero es revisar muy bien de dónde surge la motivación para hacerlo. Si lo que busca es quedar mejor con la gente, con seguridad no va por buen camino. El atleta Jesse Owens decía “la única victoria que cuenta es la victoria sobre uno mismo”. Esta debe ser una decisión auténtica, personal. Lo segundo es ser realista con sus expectativas. Ser médico implica sangre; ser piloto, volar, y si usted es el presidente de una compañía, muchas veces no va a poder cenar con sus hijos. Es casi imposible pretender cambiar ciertas categorías sociales. Finalmente, hay que evaluar con detenimiento sus responsabilidades.  

— ¿Por qué es tan difícil cambiar los viejos hábitos laborales?

Muchas veces preferimos evadir ciertos temas y nuestra responsabilidad en ellos. Así pasa también en las empresas. Esperamos que la solución venga de arriba en lugar de tomar nosotros mismos las decisiones difíciles.

— Pero, ¿qué pueden hacer las empresas para mejorar en este aspecto?

Dar ejemplo. Un buen jefe es el que le demuestra a su gente que la vida va más allá del trabajo. Que es importante dedicarles tiempo a la familia y a los amigos. Eso redunda en mayor productividad. Sin embargo, en muchas empresas se hace exactamente lo contrario. Hay lugares donde abiertamente se premia la adicción al trabajo.

— ¿Y cómo cambiar esa imagen del héroe que no para de trabajar?
Es una pregunta difícil. Así como se abolió la esclavitud y las mujeres ingresaron a la fuerza laboral, creo que es posible cambiar esa actitud hacia el trabajo. Una cosa es ser exitoso en los negocios y otra muy distinta ser alguien que lleva una vida admirable.

— ¿Cuál sería una recomendación para comenzar?

Es importante empezar en pequeño. Mejorar cada cosa en su momento. Decir, por ejemplo, voy a comer por lo menos una vez a la semana en familia. Cuando en un comienzo las expectativas no son muy altas, nadie se puede poner a la defensiva. 
Qué clase de jefe no permitiría que se reúna en familia una vez a la semana? Con el tiempo he visto cómo estos pequeños compromisos se consolidan en la vida diaria y, lo que es aún más importante, va aumentando su confianza en lograr una vida más equilibrada. Si usted lo alcanza, va a cambiar su vida, pero si suficientes personas también lo consiguen, van a cambiar el mundo.

Tomado de: https://www.dinero.com/edicion-impresa/management/articulo/la-desgracia-workaholics/133321