Un estudio publicado esta semana por el Programa Nacional se las Naciones Unidas para el Desarrollo, señala que en el área metropolitana solo 18,4% de la población ocupada tiene un trabajo con todas las prestaciones legales.

El estudio va más allá: 60,6% de las personas ocupadas en el área son empleados particulares, trabajadores sin remuneración, empleados domésticos o jornaleros que, por lo general no cotizan ni pensiones, ni cesantías ni todas las prestaciones de un empleo legal.

Para la investigadora que lideró el estudio del Pnud, María del Pilar Jaime Cuadros, es la informalidad el dato más preocupante que encontraron al mirar las cifras del mercado laboral regional.

“Con respecto al país, Bucaramanga es una economía muy estable, es una economía que da respuesta rápida a las necesidades de empleo y para la ocupación, pero es una economía muy informal, la conclusión grande del estudio es que el problema de Bucaramanga en empleo es la informalidad”, señaló Jaime Cuadros.
De acuerdo con las definiciones del estudio, la informalidad “está estrechamente relacionada con los trabajos de baja productividad, poca utilización de capital y un nivel de ingresos de subsistencia”. Es por eso que esta condición impacta directamente en la calidad de vida de las personas.

De acuerdo con el estudio, el tener un trabajo informal y un bajo nivel educativo son factores directamente proporcionales. Los datos indican que 91,8% de las personas ocupadas que no han cursado ningún estudio, tienen un empleo informal, mientras que para la población con estudios de educación superior la proporción es de 41,3%.

De acuerdo con la investigadora Jaime Cuadros, para las personas que tienen educación superior es más fácil conseguir empleo en la ciudad, pero, de acuerdo con lo que se deduce de las cifras, el verdadero problema es que estos puestos de trabajo se ajusten, en salario y prestaciones sociales, a los perfiles y expectativas de los profesionales.

Mujeres con menos oportunidades

Las brechas de género entre hombres y mujeres en materia laboral siguen siendo una característica del mercado laboral local, así como del resto del mundo.
En promedio se estima que un hombre con la misma hoja de vida y en un rango igual al de una mujer gana17% más dinero. Esta diferencia salarial se amplía más cuando se habla de empleos informales.

De acuerdo con el estudio, 64% de las personas con estudios superiores que están en la informalidad son mujeres.

“El promedio de años de educación de las mujeres ocupadas es 0,2 años mayor al de los hombres. Las mujeres trabajan en promedio 8,5 horas menos a la semana que los hombres y se concentran en mayor medida en la posición ocupacional de cuenta propia”, indica el informe.

Para la investigadora del Pnud, estos datos se explican en parte porque algunas mujeres prefieren trabajar en jornadas más cortas para poder asumir algunas labores del cuidado de los hijos y del hogar. En otros casos se trata de un tema de discriminación, razón por la cual, dice la experta, las mujeres estudian más tiempo que los hombres.

“Las mujeres saben que no solamente se puede seguir con la profesión, por que el mercado les exige más, es decir en el momento de competir en el mercado laboral con el hombre lo que pesa es eso, su nivel de formación. En cambio en el hombre eso no pasa, porque la respuesta para él en el mercado es más rápida”, dice la experta.

Para el Pnud, toda política de generación de empleo en la región debe pasar por reducir la informalidad en la economía, erradicar el trabajo infantil y mejorar las condiciones laborales de las mujeres.

Tomado de: https://www.vanguardia.com/economia/local/148492-informalidad-del-empleo-oscurece-el-panorama-laboral-del-area