De acuerdo con la encuesta mensual del Banco de la República, el consenso del mercado espera una inflación de 3.63 por ciento para el cierre del año, lo que representa estabilidad frente al sondeo anterior (3.62 por ciento) al mismo tiempo que implica una estimación promedio de 0.33 por ciento mensual para diciembre.
Por su parte, las expectativas sobre la inflación anual sin alimentos para diciembre se incrementaron en 4 puntos básicos al pasar de 2.94 por ciento a 2.98 por ciento. En términos mensuales, la estimación promedio para este indicador se ubicó en 0.21 por ciento.
En todo caso, la dispersión sobre las proyecciones es alta en cuanto las estimaciones para la inflación total oscilan entre un mínimo de 0.12 por ciento y un máximo de 0.52 por ciento. La estimación realizada por Correval es 0.30 por ciento (3.60 por ciento anual).
Por otra parte, la inflación esperada doce meses adelante registró un nuevo deterioro, aunque leve, al pasar de 3.41 por ciento en noviembre a 3.44 por ciento actualmente, sumando así tres meses consecutivos de incrementos.
Este comportamiento se explica, en parte, por un nuevo aumento de las expectativas de inflación sin alimentos un año adelante en 2 puntos básicos alcanzando 3.10 por ciento, constituyéndose en el registro más alto desde enero del presente año.
De esta manera, si bien se destaca la estabilidad en la inflación esperada para el cierre de 2012 (3.44 por ciento), sí se evidencia un relativo deterioro de 5pbs en lo que respecta a la inflación sin alimentos para ese horizonte de tiempo, llegando a 3.10 por ciento.
No obstante lo anterior, cabe señalar que aunque el consenso del mercado sigue esperando una tasa de interés de 5.50 por ciento para el cierre de 2011, ahora se espera que el siguiente movimiento se realice en marzo y no en febrero como era previsto un mes atrás.
Esto en todo caso, resulta similar a la previsión de un nuevo incremento en la tasa repo en algún momento del primer trimestre (dependiendo de la información disponible) hasta alcanzar 5.50 por ciento en el tercer trimestre del año.
De todos modos para comienzos de año se tendrá en cuenta el impacto que pueda dejar en la economía la ola invernal, sobre todo en sectores como el de infraestructura y transporte que podrían encarecer los productos básicos de la canasta familiar.
