La vuelta a la oficina tras un descanso puede generar ansiedad, señal del síndrome post-vacacional; para evitarlo, realiza una actividad extra que te permita romper con el tedio de los primeros días.

Dolor muscular, de estómago, insomnio. Presentar algunos de estos síntomas en estos días quizá no sea producto de una enfermedad, sino de un estado de ansiedad por volver al empleo tras la temporada decembrina.

Un sondeo elaborado por la firma de recursos humanosRandstad entre más de 1,500 empleados en Europa, reveló que 6 de cada 10 trabajadores presenta diversos síntomas como irritabilidad, nerviosismo y ansiedad al regresar de vacaciones. Las mujeres son más propensas a sufrir el llamado síndrome post-vacacional, menciona la encuesta.

Aunque en México no existe una cifra sobre cómo se vive este fenómeno, es común que muchos empleados manifiesten malestares como fatiga, problemas estomacales, taquicardia, falta de interés y tristeza porque ven en el trabajo una ‘aversión’. “Son síntomas parecidos a una depresión, aunque no tienen la misma magnitud.Cuando las personas están desmotivadas en su empleo o dejan pasar un largo periodo sin vacacionar, estas señales físicas se potencian”, menciona Martha Franco Hernández, psicóloga por la UNAM.


100 maneras de estimular la confianza en ti mismo,  menciona que la ansiedad post-vacaciones depende de las actividades realizadas durante ese periodo. Si el descanso consistió en visitar algunos lugares, practicar deportes, salir de excursión, entre otras, la vuelta al trabajo es menos ‘traumática’.

Si, por el contrario, la persona permaneció en casa pero no descansó -se desveló diario, durmió más horas de lo habitual y miró la televisión por mucho tiempo-, el regreso laboral es de mayor impacto porque la gente realiza un cambio drástico de rutinas, que tiene consecuencias a nivel físico y emocional.

Los síntomas asociados con este síndrome duran entre una y dos semanas, según la actividad desempeñada. Si es un empleo de horario nocturno o se vive en un estado de desinterés laboral, el síndrome post-vacacional puede durar más tiempo e incluso convertirse en un problema más serio, no asociado a los días de descanso sino a la inestabilidad que se enfrenta en la oficina y que puede dar lugar a episodios mayores de depresión, fatiga crónica, entre otros problemas.

El síndrome post-vacacional no se reconoce como una enfermedad, pero ello no implica que sea inexistente. Es más, para quienes sienten una gran aversión por su empresa o actividad, la característica de desgano e irritabilidad se acentúa a su regreso. “Hay empleados que en la primera semana laboral se enferman y duran así varios días o deben regresar a casa”.

El regreso al trabajo puede ser una oportunidad para aprender a establecer los límites necesarios en el ámbito profesional. “Si hace años que no tomas vacaciones, o el jefe llega con un gran carga de pendientes que impide cumplir con los compromisos propios del puesto, es el momento para buscar la manera de ser más asertivo y mencionar qué cosas están permitiendo o no avanzar con tus tareas”.

La psicóloga laboral sugiere sobrellevar el regreso al ámbito laboral realizando una actividad extra que permita romper con el tedio de los primeros días: puede ser ocupar las tardes para comenzar a diseñar el nuevo plan de carrera de este año, iniciar una actividad física o algún entrenamiento.

A su vez, hay otras acciones que ayudan a facilitar el temido regreso laboral, como regular los horarios de sueño durante la primera semana e, incluso, los hábitos alimenticios. “Debido a que el nivel de concentración no es el mismo, es vital utilizar los primeros días para planificar actividades. Se puede tener una reunión con los jefes para retomar pendientes identificando dónde poner prioridad, en lugar de querer sacar todo el trabajo al mismo tiempo; eso aumenta el estado emocional de aversión”, menciona Barton Goldsmith en su obra.

Tomado de: https://www.cnnexpansion.com/mi-carrera/2012/01/03/listo-para-regresar-al-trabajo