La idea de la ley de formalización de empleo es reducir los costos de los trámites de legalización de las empresas para incentivar el empleo y la competitividad de las empresas

El 31 de marzo era el plazo para que los empresarios hicieran la renovación de la matrícula mercantil. Pero este año esa fecha tenía además una connotación especial.

Las empresas que se acogieron el año pasado a los beneficios de la ley de formalización y generación de empleo, la 1429, tenían la obligación de hacer la renovación puntualmente si no querían perder buena parte de los beneficios de dicha ley.

Lo que se esperaba, por parte de las Cámaras de Comercio y del gobierno, era que la totalidad de las empresas cumplieran con esta tarea, pero los resultados no fueron tan alentadores.

Las cifras de las Cámaras de Comercio y de la Dian prenden las primeras alarmas sobre la efectividad de esta ley, que es también una de las principales banderas del Gobierno Santos.

La ley 1429 ofrece a las micro y pequeñas una exención total en el pago de matrícula mercantil, aportes parafiscales  e impuestos de renta en su primer año de constitución y en los cinco años siguientes les hacen descuentos progresivos a estas tarifas, que van desde 25% a 75%.

Como está planteada la ley, en su cuarto año de existencia las empresas beneficiadas por la ley pagarían una tarifa plena de la matrícula mercantil pero sólo la mitad de los aportes parafiscales y del impuesto de renta.

En teoría, la disminución de los costos de estos aportes y trámites permitiría a las empresas ser más formales y generar más empleo.

Formalización

De acuerdo con Confecámaras, en el país se beneficiaron de la Ley 1429, 319 mil 94 empresas, de las cuales 16 mil 185 cancelaron su matrícula mercantil, es decir 5% de las empresas beneficiadas por la ley dejaron de estar activas ante las Cámaras de Comercio en menos de un año.

De las 302 mil 909 empresas que continuaron activas, sólo 116 mil 996 cumplieron con su obligación de renovar su matrícula mercantil a tiempo, es decir que 61% de las compañías activas que se acogieron a la ley no cumplieron con la obligación de mantenerse al día con las Cámaras de Comercio.

En Santander las cifras son muy parecidas. De acuerdo con los datos de la Cámara de Comercio de Bucaramanga fueron 7 mil 202 empresas las beneficiadas por la ley, de las cuales sólo 2 mil 937 cumplieron con su obligación de renovar la matrícula. Es decir 60% incumplió con el compromiso.

Empleo

Las cifras del monitoreo que ha hecho la Unidad de Gestión Pensional y Parafiscales, Ugpp, de la Dirección de Aduanas e Impuestos Nacionales muestran que los resultados en materia de empleo no han sido los mejores.

En cuanto a cantidad de empleos generados, la Ugpp señaló que de las beneficiarias de la ley 41% manifestó ante las Cámaras de Comercio no tener trabajadores a cargo y 56% tiene entre 1  y  5 trabajadores.
Ahora bien, en lo concerniente a la calidad del empleo, la Ugpp encontró que sólo 3% de las empresas que se benefician de la ley hacen sus aportes a seguridad social a través de Pila.

“Para la Ugpp, este resultado es muy bajo pues sólo 6.707 empresas están contribuyendo a la formalización y garantizando las condiciones de seguridad social a sus trabajadores, producto de los beneficios otorgados por la ley en renta, parafiscales y registro, entre otros. De estas 6.707 empresas, solo 47% en promedio está cumpliendo oportunamente sus obligaciones con la seguridad social, situación grave si se considera que apenas han iniciado el proceso de formalización”, señaló la Dian en un comunicado.

Adicionalmente a la Dirección de Aduanas le preocupa que “43% de las empresas fiscalizadas se está beneficiando de la ley sin tener derecho a ello, por no ser nuevas ni renovadas”.

Hay que complementar la ley

Con respecto a la efectividad de la ley, el presidente de Confecámaras, Julián Domínguez, destaca que la ley de formalización ha cumplido con el objetivo de disminuir los costos para que los empresarios se incorporen a la actividad legal.

“Con esta medida se logra resolver uno de los factores por los cuales las empresas no se formalizan, que es el costo para hacerlo. No remueve otras barreras, que son de índole cultural en donde hemos llamado la atención de la necesidad de sensibilizar a las empresas para demostrarles que la formalidad es un buen negocio”, expresó el dirigente gremial.

El rector del Colegio de Estudios Superiores y de Administración, Cesa, José Manuel Restrepo Abondano, coincide con esa apreciación y agrega que no se puede pretender que con una sola estrategia se cambie la cultura que hay en muchas organizaciones colombianas, que no han comprendido ni la importancia y ni la utilidad de ser formales ante la ley.

“Para lograr esto, no basta con que las entidades públicas formulen políticas y estrategias. Yo siento que hay que saltar de lo macro a lo micro, y trabajar en conjunto con los gremios y con las organizaciones productivas, entrar a la caja negra de las organizaciones y diseñar una estrategia de política industrial que incluya a los gremios y actores productivos. De no hacerlo nos quedamos con una posición voluntarista, es decir pensar que con una sola norma vamos a cambiar una realidad tan compleja, cuando la realidad muestra que no es así”, explicó Restrepo Abondano.

Por ahora las empresas que la Dian ha encontrado haciéndole “conejo” a la ley, deberán enfrentarse a millonarias sanciones y las que no renovaron a tiempo su matrícula mercantil perderán los beneficios tributarios que les habían otorgado.

Tomado de: https://www.vanguardia.com/economia/local/152419-ley-de-formalizacion-y-generacion-de-empleo-ha-dado-los-frutos-esperados