Si bien la economía mundial pasa por un momento neurálgico, Colombia tiene una oportunidad grande de que sus empresas se internacionalicen, siempre y cuando su proceso esté fundamentado en un pensamiento estratégico.

La incuestionable recesión económica de Europa y Estados Unidos ha hecho que los empresarios del mundo se fijen en Latinoamérica. Colombia, en particular, no sólo está logrando atraer inversionistas, sino que además importantes compañías nacionales están buscando su internacionalización, como una manera de generar ingresos mayores a los alcanzados en el mercado local.

La internacionalización de las empresas es un proceso muy distinto a la exportación y se basa en competir con los productores locales de igual a igual. Desde mi punto de vista, el país ha iniciado este proceso tímidamente hace 10 años y lo inició más por dificultades internas de seguridad, que por una decisión propia de internacionalizarse, por lo que no se hizo de una manera pensada ni estructurada, solo hasta esta década ha empezado con mucha más visibilidad. En Latinoamérica, los chilenos fueron los primeros en mostrar esa vocación de internacionalización, le siguen Brasil y México que presentan un gran dinamismo en ese sentido.

Ahora sí Colombia está entrando en un ciclo de crecimiento en su internacionalización, Carvajal fue una de las empresas nacionales en iniciar el proceso siendo hoy una organización multinacional. Alpina ha entrado a países como Estados Unidos y Ecuador, Argos ha comprado empresas en Estados Unidos. Recientemente, el liderazgo en la internacionalización está en manos de compañías antioqueñas. El grupo Andercol compró una empresa en Brasil y varias en otros países, también lo han hecho el grupo Nutresa y el Grupo Éxito.

La preocupación ahora es que Colombia no tiene mucha experiencia en el proceso. Países como Alemania, Francia, España, nos llevan años luz y han aprendido que la variable fundamental para lograr una buena negociación es la búsqueda del personal idóneo que conozca la cultura de los países donde se quiere efectuar la compra.

Sea cual sea la posición de la compañía que va a iniciar el proceso, por ejemplo, venta total o parcial de acciones a un extranjero o adquisición de una compañía en el exterior, en una negociación de ese tipo es fundamental conocer a fondo a la persona con quien se va a efectuar el proceso de internacionalización y las características e historia de su compañía, para poder saber a ciencia cierta si esa persona cuenta con los mismos valores y principios que maneja su empresa, de no ser así, las negociaciones pueden tornarse muy complejas.

Factores a considerar

En el proceso de internacionalización es importante realizar un diagnóstico en el que se tengan en cuenta factores de riesgo como: estabilidad política, (historia reciente del país, situación actual, ideologías radicales, nivel de vida). Otro aspecto es la estabilidad macroeconómica, (tasa de crecimiento PIB, inflación, desempleo, salarios reales, tipos de interés, tipo de cambio, déficit público y controles de cambios).

También es importante tener en cuenta las políticas hacia la inversión extranjera (historia reciente, situación actual, tratamiento fiscal, regulaciones no económicas e incentivos); aspectos legales del país (Leyes mercantiles y laborales, patentes y política de competencia).

Lo más importante de este proceso, es que su empresa, logre definir claramente un norte y generar la estructura necesaria para alcanzarlo, conservando el foco de su visión y los valores que la caracterizan. Probablemente la internacionalización esté tocando a nuestra puerta y por estar metidos en el día a día no hemos escuchado su llamado.

Tomado de: https://www.larepublica.co/archivos/EMPRESAS/2011-11-16/-estan-preparados-los-empresarios-para-internacionalizar-sus-empresas-_142539.php