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Fuente : www.larepublica.com.co

El liderazgo se define como la capacidad de una persona para orientar, influenciar, inducir y motivar a otros para que consigan llegar voluntariamente a los objetivos definidos.

Y para las empresas es de gran importancia contar con la persona idónea que desempeñe estas funciones de la mejor manera. Gestionar equipos, conseguir los objetivos eficazmente y ser el referente activo de la empresa, son tareas muy importantes dentro de las organizaciones, las cuales pueden influir directamente en el desempeño de la empresa.

Desde el liderazgo democrático, se acaba ejerciendo un papel intermedio entre el liderazgo dominante y el liberal. Dicho responsable tiene que tener claro cuando ejercer el rol más apropiado, esta tarea no es nada fácil, hay que tener gran experiencia y conocer como solventar la diversidad de situaciones.

“Los tres tipos de liderazgo tienen aciertos y desaciertos, por ello es recomendable saber ejercer cada uno de éstos de acuerdo con la situación real en la que se encuentre la empresa, un proceso de expansión, situación de crisis, estabilización, entre otras”, señala Ricardo Garcés, country manager de Trabajando.com Colombia.

Sociólogos en permanente estudio de estas situaciones empresariales establecen una serie de resultados según el tipo de liderazgo ejercido.

El liderazgo dominante o autoritario llega a los objetivos de la manera más eficaz y eficiente posible, ya que exprimen al máximo las capacidades de sus trabajadores. Esto genera buenos resultados cuantitativos. Sin embargo, desde el punto de vista de los empleados, estos están sometidos a una continua tensión, donde mecanizan su trabajo, perdiendo todo tipo de creatividad y espontaneidad.

Siguiendo una línea de liderazgo liberal se suelen recoger resultados más pobres, se pierde efectividad, ya que los períodos de tiempo que se dedican a los trabajos se dilatan en la toma de decisiones. A pesar de todo, se mejora en la cohesión del grupo, enriqueciendo el clima laboral. Eso sí, hay que ser muy exhaustivo a la hora de elegir el grupo de trabajo, puesto que tanta libertad requiere gran responsabilidad.

Dominante

Un líder dominante se caracteriza por ser autoritario, controlador, restrictivo, donde las decisiones importantes sólo pueden salir por su despacho sin necesidad de contar con sus subordinados. En este tipo de sistema prima la rapidez, disponibilidad y eficiencia.

Democrático

El líder democrático se integra en su equipo como uno más, toman las decisiones conjuntamente después de conocer todas las propuestas planteadas, aunque toda decisión siempre acaba supervisada y guiada por él mismo. Este líder es accesible, se compromete con sus trabajadores, escucha a su equipo y fomenta la participación de sus empleados.

Liberal

La característica fundamental de este líder es la de saber delegar. Conoce los límites de todos sus trabajadores y él sólo se encarga de lanzar las ideas básicas del plan estratégico para que los demás lo desarrollen siguiendo esa misma línea. Deja gran libertad en la toma de decisiones y sólo interviene en casos excepcionales.

Tomado de : https://www.larepublica.com.co/archivos/ALTAGERENCIA/2010-12-07/-como-ser-un-buen-lider-_116902.php