Fuente : www.larepublica.com.co
Cálculos del gremio prevén que en el país existen 2,6 millones de trabajadores informales en el campo.
Al cerrar el año pasado la tasa de desocupación en las zonas rurales llegó a 8,5%, lo cual según las cifras que tiene el Dane, es el número más alto registrado en los últimos cinco años, todo por cuenta de los estragos que ha generado el invierno.
Con respecto al informe del Dane, al presidente de la SAC, Rafael Mejía López, le llamó la atención el incremento en las cifras de ocupación en zonas rurales del país. Según el reporte, el sector agrícola ocupó a 2,85 millones de personas el año pasado, lo cual equivale a un 66% de los empleos.
“El crecimiento de la ocupación en las zonas rurales se está dando gracias a la informalidad, especialmente en los trabajos denominados por cuenta propia y trabajos sin remuneración”, recalcó Mejía.
Las cifras, según el dirigente gremial, muestran que cerca del 60% del empleo generado en el sector se encuentra en condiciones de bajo aseguramiento social y remuneración. En números, esto traduce que 2,11 millones de personas trabajaron por cuenta propia en el campo y que 419.0o0 fueron empleados sin remuneración.
Los empleos de aquellos quienes trabajan como jornaleros, según estimaciones de la SAC están en picada. Esto se resume en una caída de 18% en los últimos tres años.
En cifras, las personas que trabajan por un jornal eran 837.000 en 2007 y actualmente son 677.000.
El director del Observatorio del Mercado de Trabajo y la Seguridad Social de la Universidad Externado de Colombia, Stéfano Farné, aseguró que “la mayoría de la gente es informal en el campo. Forzosamente en estas zonas estos niveles son siempre altos”.
De todos modos, Farné recalcó que según las cifras del Dane en el último año creció el empleo en el sector agrícola nacional.
Para el director del Observatorio Económico de la Escuela de Ingenieros Julio Garavito, Eduardo Sarmiento, “el empleo que se genera en el campo es informal, gente con menos del mínimo, sin prestaciones dignas”.
Explicó que 60% de la fuerza de trabajo agrícola e industrial del país está en situación de informalidad.
Los augurios para este año tampoco son buenos, teniendo en cuenta que las inundaciones de 2010 dejaron a más de un agricultor en la bancarrota.
“Las locomotoras no están conectadas”
El director del Observatorio Económico de la Escuela de Ingenieros Julio Garavito, Eduardo Sarmiento, señaló que aunque las cinco locomotoras del Gobierno suenan bien, estas no están conectadas. “Es una serie de locomotoras que todo el mundo dice que están bien, pero no se sabe cómo ponerlas a funcionar. Para el académico, el sector agrícola no está en la misma capacidad de generar empleo debido al desplazamiento de mano de obra a otras áreas económicas.
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