Fuente : www.elnuevosiglo.com.co

Esta medida causaría un revolcón tanto del sistema financiero, como en el control del lavado de activos y en el incremento en el costo de los productos

LA FUERTE revaluación vuelve a poner sobre el tapete esta medida que han tomado algunos países latinoamericanos y que no ha resultado eficaz.

A pesar de la apreciación estructural de la tasa de cambio en el último año, la dolarización de la economía como alternativa no es factible porque Colombia no cumple con las condiciones requeridas para ello.

Algunos analistas consultados creen que la adopción de la moneda estadounidense como patrón de toda la actividad económica puede ser rápido, pero su desmonte sería más complicado provocando enormes problemas de desarrollo para el país.

Así lo considera la analista del Bancolombia, Camila Quevedo Vega, quien en un detallado análisis sobre esta medida estructural concluye que “Colombia no cumple con ninguna de las condiciones que se requieren para adoptar esta alternativa”.

La investigadora recalca que la dolarización de una economía puede ser deseable si existe una estrecha relación de la economía local con la estadounidense y ambos países están sujetos al mismo ciclo económico; también puede adoptarse esta política si el mercado interno nacional es tan pequeño como para que la mayoría de precios estén fijados en dólares; o si existe un bajo grado de inflexibilidad en el mercado laboral, o si la economía padece de problemas de hiperinflación, con la consecuente pérdida de credibilidad del Banco Central.

El consultor de la firma Gesvalores, Gerardo Rojas, coincide con esta apreciación y sostiene que “el país no reúne ninguna de estas condiciones, no tenemos hiperinflación, la Bolsa de Valores es pequeña, el mercado laboral se mueve por sí solo motivado por la oferta y la demanda y el Banco de la República maneja con éxito la política monetaria. Además, el peso siempre ha sido el referente en toda la actividad del país, y su cambio revolcaría a todos los sectores con enormes costos. No debe olvidarse que por ejemplo en Ecuador, los precios se dispararon y el costo de vida subió considerablemente”.

Sobre las ventajas y desventajas de este modelo, Camila Quevedo indica que existen dos alternativas para dolarizar. De un lado se encuentra la dolarización parcial, que es el caso en el que el sistema financiero puede captar recursos en dólares y además puede colocar créditos en esta divisa a nivel interno, junto con la posibilidad de aceptar esta moneda para realizar transacciones al interior del país.

En otras palabras este esquema permite la circulación simultánea del dólar y la moneda local en el país. Del otro extremo, está la dolarización total que consiste en la desaparición de la moneda local y su sustitución por el dólar, que toma ahora las funciones de reserva de valor, unidad de cuenta y medio de pago, con lo que el Banco Central pierde el control de la política monetaria.

El informe de Camila Quevedo resalta que al traer esta reflexión al contexto colombiano, surge también la inquietud de la forma como se llevaría a cabo el control del manejo de dólares en efectivo proveniente de actividades ilícitas. La circulación paralela indistinta de dos monedas seguramente obstaculizaría aún más la ya difícil tarea del control del lavado de activos para la financiación del narcotráfico y el terrorismo.

En cuanto a la dolarización total, es innegable que adoptar como moneda oficial al dólar traería consigo las ventajas de garantizar una inserción más rápida al mercado global, al viabilizar la integración comercial y financiera. Es más, una estrategia de este estilo garantiza la convergencia de precios y de tasas de interés a nivel global.

Todo parece indicar que la economía colombiana no cumple con los requisitos para emprender un proceso de dolarización parcial o total, cualquiera que sea su representación. El peso colombiano está apreciado y no mega-devaluado como ocurría cuando algunas economías latinoamericanas se dolarizaron, según un análisis del Bancolombia.

Adicionalmente, en Colombia, a diferencia de lo sucedido en otros pares de la región, no se ha vivido un proceso de descrédito de la moneda local; en otras palabras, el peso no ha perdido su función de reserva de valor, unidad de cuenta y medio de pago. Y en este último aspecto ha tenido mucho que ver el Banco de la República y la implementación del esquema de inflación objetivo.

De otra parte, es necesario preguntarse por el costo de perder margen de maniobra en el ejercicio de la política monetaria, cuyo desempeño reciente puede catalogarse como exitoso, en función de importar los problemas actuales de la economía norteamericana. Esto último teniendo en cuenta el rezago en el que responde el ciclo económico colombiano a los choques experimentados en Estados Unidos.

La conversión forzada a una única moneda después de episodios en los que han circulado dos de forma paralela es complicada, más aún teniendo en cuenta la reticencia de los agentes a confiar en el manejo prudente de las autoridades económicas.

Tomado de : https://elnuevosiglo.com.co/economia/nacional/15678-dolarizacion-de-la-economia-no-es-factible-para-colombia.html