Con esto se muestra que los movimientos de creación y destrucción del empleo son persistentes. Lo anterior teniendo en cuenta que en promedio de cada 10 nuevos empleos que se crean, 6,8 trabajos no sobreviven en el siguiente año.

Así mismo, de cada 10 empleos que se destruyen, 7,6 empleos no se vuelven a crear.

Las cifras se desprenden del estudio “Creación, destrucción y reasignación del empleo en el sector manufacturero colombiano”, elaborado por Ligia Alba Melo y Carlos Andrés Ballesteros, del Banco de la República.

El objetivo del documento es calcular y caracterizar de manera detalla los flujos de empleo en el sector manufacturero colombiano, incluyendo la creación, destrucción, crecimiento neto y la reasignación del empleo.

Los resultados indican que los flujos de empleo encontrados para Colombia son consistentes con los encontrados en el entorno internacional para países en desarrollo.

“En particular, la reasignación de empleo del total de las manufacturas es de 20,4%, que se explica por una tasa destrucción de empleos de 10,4% y una tasa de creación de 10,0%”, indica el informe.

Lo anterior sugiere altos movimientos en el empleo de las firmas, “explicados tanto por la creación como por la destrucción de empleos, lo cual generalmente no se evidencia en las cifras del empleo neto”, señala el documento.

Como resultado de estos movimientos, el crecimiento neto del empleo fue negativo para el período 1994-2009 y en promedio registró -0.32.

Durante el periodo 1994-1999, el crecimiento neto del empleo fue en promedio de -3.4, debido especialmente por el comportamiento de los flujos de empleo durante la crisis económica de finales de la década.

A su vez, la década del 2000 se registró una recuperación del crecimiento del empleo, debido especialmente a la reducción en la tasa de destrucción.

Adicionalmente, se encuentra que en promedio para el sector manufacturero, la varianza de la destrucción del empleo es mayor que la varianza de la creación.

No obstante, durante el periodo de análisis, en las industrias de caucho y plásticos, confecciones, cueros, calzado, equipo profesional y científico y productos metálicos, la varianza de la creación supera a la de la destrucción.

Los resultados también sugieren que la entrada y la salida de firmas explican en promedio cerca del 7% de la creación y 7% de la destrucción del empleo, respectivamente. El 86% restante se explica por movimientos del empleo en las firmas que permanecen en el mercado.