Fuente: https://www.dinero.com
El abismo económico que separa a las clases marginales del resto de la sociedad se ha agrandado después de la crisis económica global, según un estudio difundido por la coalición de ONG Ciudades Inclusivas.
El documento fue realizado en 2009 y 2010 a 219 ciudadanos de Colombia, Perú, India, Indonesia, Kenia, Malawi, Pakistán, Sudáfrica y Tailandia divididos en tres grandes grupos: los trabajadores a domicilio, los vendedores ambulante y los recolectores de residuos.
Según la encuesta, estas clases sociales no se benefician de la recuperación económica iniciada en 2009 en los países emergentes. El informe subraya que en 2010 había en el mundo 34 millones de desempleados más que en 2007, cuando estalló la crisis.
En Lima, Perú, se vieron especialmente afectados los vendedores ambulantes, que experimentaron una reducción de sus ingresos en un 40 por ciento entre 2009 y 2010 al tener que competir con los inmigrantes del interior del país, que salieron de sus pueblos de origen en busca de trabajo.
El documento precisa que los nuevos competidores peruanos “también son vulnerables y están desprotegidos”, su empleo es precario y desconocen el mercado capitalino. A la competencia se unió el encarecimiento de muchos productos ha causa del aumento de los precios del petróleo y el gas.
En Durban, Sudáfrica, una vendedora pagaba en 2010 un 38,5 por ciento más por la misma cantidad de plátanos que compraba el año anterior.
En Sialkot, Pakistán, los salarios de las bordadoras de pelotas de fútbol subcontratadas no subieron, pero si el coste de las materias primas y de las agujas y marcos de madera que emplean y, en muchos casos, el incremento corrió por cuenta de ellas.
En Colombia fueron los recolectores de basura los más afectados por la crisis, porque tuvieron que recortar de seis a tres la jornada laboral y debieron buscar otras fuentes de ingresos por el exceso de competencia.
Muchos tuvieron que rebuscar residuos en lugares nuevos, lo que les obligaba a desplazarse a lugares más lejanos, pero, “a pesar de la mayor inversión de tiempo y dinero, el esfuerzo no siempre se tradujo en un aumento de ingresos”, de acuerdo con el estudio.
El informe destaca que, a pesar de “un modesto crecimiento económico en 2009 y 2010, la recuperación ha sido desigual y débil para la mayoría de la fuerza laboral del mundo”.
“Los ingresos han aumentado para algunos trabajadores en términos absolutos a los niveles de mediados de 2009, pero no a los niveles previos a la crisis y no al ritmo del aumento de los costes de vida”.
Además, el estudio señala que la caída de los ingresos de los encuestados redunda en la alimentación de sus familias y apunta que “la deserción escolar parece estar al alza” desde mediados de 2009 en este sector de la población.
La mitad de los encuestados sufrió un descenso de sus ingresos de 2009 a 2010, mientras que un 60 por ciento afrontó una mayor competencia por parte de otros trabajadores que habían perdido su empleo.