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Entre los temas `prohibidos` de quienes le temen a la economía y las finanzas, probablemente el primero en la lista es el de renta fija y renta variable.No obstante, usted no tiene por qué preocuparse, los conceptos son muchísimo más sencillos de lo que parecen y al aplicarlos a su plan financiero puede hacer de ellos una magnífica oportunidad para ganar mucho dinero.
Cuando se utilizan estos términos se hace referencia a las utilidades generadas por cualquier tipo de inversión, y su diferencia yace en si se sabe o no de antemano cuáles serán los flujos de renta que generarán dichas inversiones. Obviamente el nivel de predicción es relativo, pero considerablemente factible. En este sentido, las inversiones predecibles son las de renta fija, entre las que podemos mencionar bonos, letras, CDT, pagarés, cuentas de ahorros y depósitos a plazo, entre otras. Las inversiones de renta variable son, en efecto, aquellas de las que no se conoce el beneficio a generar, pues dependen de una cantidad mayor de variables (como el comportamiento del mercado o los movimientos de una empresa), que pueden, incluso, generar valores negativos. Un ejemplo de estos son las acciones.
Juan Carlos Suárez, Gerente de Estrategia y Estructuración de Compañía Profesionales de Bolsa, explica que los factores que afectan la valorización de estas inversiones son, para las acciones, la correlación con los fundamentales del emisor como el desempeño de la entidad, el crecimiento económico, y las tasas de interés, y para la renta fija ésta se define por factores como el nivel general de las tasas de mercado y el comportamiento del dólar. Además, Suárez cita los beneficios específicos obtenidos por los inversionistas de estos tipos de renta: “en cuanto a formación de precios, la bolsa permite la interacción de oferentes y demandantes y se asume en los mercados líquidos como los TES o el dólar y las acciones de mayor liquidez que los precios son justos; con respecto a información, la bolsa emite diariamente los precios pactados con los activos y los volúmenes negociados para facilitar la toma de decisiones; y en lo que se refiere a beneficios tributarios, la ley colombiana permite descontar de la renta presuntiva la inversión en acciones de sociedades colombianas”.
