Fuente : https://www.larepublica.co

Recientemente, la Cámara de Comercio de Pereira reveló que el crecimiento de Risaralda para 2011 será de 2,5%. Bueno, porque es mejor de lo que se esperaba. Pero mediocre, si se pretende tener una economía que genere empleo.

Con esta proyección, Risaralda completaría dos años seguidos creciendo a una tasa semejante –en 2010 fue de 2,6%- y en una columna anterior decía, precisamente, que crecer a ese nivel no da posibilidades de generar nuevas plazas de trabajo, en una región con problemas estructurales de empleo.

Y si bien Pereira logró, al fin, dejar el primer puesto como la ciudad con el más alto índice de desocupación en el país, -en la medición de abril fue tercero- sigue estando 7 puntos porcentuales por encima del promedio nacional (11,2%), que es demasiado para una ciudad con un área metropolitana de 650.000 habitantes.

Claro, existen los renombrados problemas de las remesas, de la población flotante, de que esta capital recibe las migraciones de los municipios cercanos no sólo de Caldas y Quindío sino del norte del Valle. Todo eso es cierto.

Pero situándonos en el punto, el crecimiento del PIB esperado para Risaralda en 2011, nos indica que este año será otra

vigencia de tasas altas de desocupación y que la economía por sí misma, es decir, por dinámica propia, no podrá arrastrar mano de obra o, por lo menos, no en la medida esperada, para bajar sustancialmente la desocupación.

Está más que claro que crecer por debajo de 3% es insuficiente para generar empleo estructural. Y que no sea un consuelo de tontos decir: “al menos ya no es la ciudad con el más alto índice de desocupación”.

El crecimiento del PIB de Risaralda será impulsado este año por la economía interna y, en buena parte, por el gasto público que viene por la vía de los recursos destinados a infraestructura, por efectos de la ola invernal y por la continuación del plan de choque que se aplica desde el año pasado para disminuir la alta tasa de desocupación. En ambos casos se combinan dineros del orden regional y nacional.

Si bien la construcción va a crecer por encima de 6%, según la misma proyección de la Cámara de Comercio, y será, seguramente, un detonante de empleo temporal, la industria podría tener un crecimiento de cero o cercado a ese nivel, de acuerdo con un estimativo de la Andi. Eso indica que no hay expectativa, por este lado, de una mayor generación de puestos de trabajo.

La agregación señala que en el resultado pesarán factores que han mermado la capacidad de la industria como el paro de transportadores, a principio de año, la reforma arancelaria y la no renovación del Atpdea, entre otros. Con este panorama Pereira y su área metropolitana tendrá otro año con altos niveles de desempleo, condición que no cambiará mientras no se registren crecimientos de la economía por encima de 5%, pero de manera sostenida. Es decir por varios años.

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