Durante dos años, el Gobierno les entregará alrededor de 200.000 pesos mensuales a 120.000 jóvenes bachilleres del programa Familias en Acción para que estudien una carrera y apartarlos del camino de la pobreza y la informalidad laboral.

Ese será el anuncio que hará hoy el presidente, Juan Manuel Santos, en Cali, donde se ‘correrá’ una etapa más de la vuelta a Colombia y uno de cuyos temas es el de la prosperidad social.

En realidad, la capital del Valle será el escenario donde el Mandatario lance ‘Jóvenes en Acción’, que busca que de los 140.000 muchachos de Familias en Acción que cada año terminan su bachillerato 120.000 se le midan a una carrera técnica o tecnológica por la cual no tendrán que pagar y, por el contrario, reciban un subsidio por hacerlo.

Es otro programa de transferencias condicionadas hacia la formación para el trabajo, la generación de ingresos autónomos y el mejoramiento de las condiciones de vida de los jóvenes en condición de pobreza.

El director del Departamento para la Prosperidad Social (DPS), Bruce Mac Master, indicó que se trata del 90 por ciento de los jóvenes de Familias en Acción y que el programa comenzará en el 2013. En el segundo año de su vigencia, en el 2014, la iniciativa cubrirá simultáneamente a 240.000 estudiantes.

Uno de cada tres jóvenes colombianos de estratos uno y dos, donde se clasifican los pobres y pobres extremos, no hace absolutamente nada, señala alarmado el directivo, quien precisa que la inactividad de ese grupo poblacional es total: no estudia, no trabaja ni busca empleo.

En general, quienes logran terminar el bachillerato y no pueden –o no quieren seguir estudiando- se sienten atraídos por la informalidad laboral, o llevados a esta por sus circunstancias, que para Mac Master es la mayor competencia que él enfrenta para tratar de convencerlos de que sigan estudiando.

“Lo que estamos haciendo es montando un programa que, por ahora, toma los muchachos que hemos venido apoyando desde Familias en Acción, los que cuando apenas nacieron les dimos el subsidio de nutrición y alimentación a la madre; que cuando entraron al colegio les dimos el subsidio de educación; que les dimos el subsidio para que terminaran el grado 11 y que en este momento se desploman”, expresó el director del DPS.

En otras palabras, agregó, ese grupo juvenil, apoyado por el Estado, finaliza su bachillerato y cae en una situación que es el caldo de cultivo para el pandillismo, el microtráfico, las bacrim, el embarazo adolescente, uno de los problemas más sensibles en Colombia y que se concentra, precisamente, en ese grupo.

El objetivo de Jóvenes en Acción es arrebatárselos a esos problemas, ofreciéndoles educación gratuita, que será complementada con la labor que viene haciendo el DPS con el sector privado y con las regiones para que tengan la perspectiva cierta de vincularse a un trabajo formal tan pronto terminen su formación y, además, puedan salir de la pobreza.

Tomado de: Portafolio.co