El lugar de trabajo del futuro en Colombia será el más diverso, pues en 2020, varias generaciones trabajando juntas tendrán diferentes habilidades, experiencias, hábitos y motivaciones -y más de estos trabajadores serán independientes y contratistas. Todo esto representa una gran oportunidad tanto para los empleadores como para los empleados.

Adicionalmente, solo el 48% de los empleados colombianos tiene una amplia capacitación en las tecnologías en su lugar de trabajo al igual que el 44% tiene acceso a la última tecnología. Las empresas y los trabajadores no están preparados para la creciente necesidad de conocimientos de tecnología. Por lo anterior, el 92% de los ejecutivos colombianos dice que está utilizando cada vez más empleados consultores y/o temporales.

Por otra parte, los ejecutivos colombianos pueden estar fuera de contacto con lo que piensa la generación Y ya que el 78% de estos cree que los Millennials están frustrados con la calidad de sus directivos o jefes. Sin embargo, sólo el 23% de los Millennials afirman estarlo.

Lo que más importa en el trabajo
Las empresas no entienden lo que sus empleados realmente quieren de ellos. El 24% de los empleados colombianos está satisfecho o muy satisfecho con sus puestos de trabajo. Los beneficios más importantes e incentivos a los empleados colombianos son compensación competitiva (79%), planes de jubilación (70%), y el lugar de trabajo flexible (65%).

El 33% de los empleados dice que recibir más oportunidades en formación y/o educación aumentaría la lealtad y el compromiso con su trabajo actual. Además, los empleados piensan que los siguientes atributos son más importantes para su empleador: interés en el negocio en general (32%); lealtad y compromiso a largo plazo (30%); y la capacidad de liderazgo (28%).

Reducción de las brechas de Talento
El informe señala que mejores oportunidades de capacitación y educación beneficiaría a los empleados y las empresas por igual.

Indica que la necesidad de conocimientos de tecnología (análisis, nube) crecerá. El 65% de los empleados esperan ser expertos en análisis en los próximos tres años, frente a sólo el 32% que domina las habilidades actualmente.

El 47% de los ejecutivos colombianos dice que su compañía amplía ofertas de programas de formación complementaria para desarrollar nuevas habilidades.

El 70% de los empleados dice que su compañía ofrece las herramientas adecuadas para ayudarles a crecer y mejorar el desempeño del trabajo, en comparación con 45% del total mundial. El 50% de los empleados dice que su compañía los motiva a continuar la educación y la formación para promover el desarrollo de sus carreras.

De otro lado, el estudio indica que las empresas de todo el mundo afrontan la irrupción de entornos laborales de diversidad sin comparación: contemplan escenarios que abarcan cinco generaciones, cada una con diferentes conjuntos de habilidades, experiencia y hábitos laborales, y operan en geografías esparcidas por todo el planeta.

A este contingente variopinto hay que sumarle ejércitos de trabajadores independientes y contratistas a largo plazo. Un panorama que conlleva necesariamente la oportunidad de elevar la productividad, el desarrollo de talentos y la participación activa de los empleados. No obstante, un reciente estudio investigativo a gran escala de la firma Oxford Economics y auspiciado por SAP, concluye que las empresas no están debidamente preparadas para explotarla plenamente.

Global
De acuerdo con Workforce 2020, la mayoría de las compañías analizadas reconoce la importancia de una apropiada gestión de sus fuerzas laborales, cada vez más diversas, internacionales y móviles. Sin embargo, la mayoría carece de las estrategias, la cultura y las soluciones que promoverían el aprovechamiento de las oportunidades inherentes.

Tras encuestar a más de 5.400 empleados y ejecutivos y entrevistar personalmente a 29 directivos de empresas que operan en 27 países, Oxford Economics concluyó que dos tercios de las empresas participantes han avanzado muy poco en la conformación de una fuerza laboral capaz de cumplir con sus objetivos de negocios a futuro.

“Si desean triunfar en el futuro, deberán comprender la naturaleza de la fuerza laboral del mañana y reconocer su importancia en el logro de resultados corporativos en el presente”, señaló Edward Cone, Editor Administrativo de Liderazgo Ideológico de Oxford Economics.

“Nuestras investigaciones indican que las jerarquías directivas no están sincronizadas con las estrategias y prioridades fijadas por las áreas de recursos humanos, lo que impide que los trabajadores rasos obtengan lo que desearían de sus empleadores, en términos de incentivos, beneficios salariales y capacitación”.

Los problemas
Las conclusiones derivadas del estudio contradicen las creencias convencionales y ponen de relieve los aspectos críticos que afrontan en la práctica los profesionales del área de RR.HH.

Según Workforce 2020, para dos terceras partes de los encuestados, una escala competitiva de remuneraciones constituye el atributo de mayor importancia que podría ofrecerles su empleador (superando en 20 por ciento al segundo beneficio en trascendencia).

Entre los factores puntuales a los cuales dan más importancia los empleados se cuentan los planes de retiro, la flexibilidad laboral y los períodos de descanso, que superan con creces otras exigencias, como gimnasios, jardines infantiles y subsidios alimentarios.

En el otro extremo del espectro se lista el temor de los trabajadores de quedar relegados en la pirámide jerárquica a causa de su falta de habilidades o de su incapacidad para asimilar las tecnologías más recientes. Para el trabajador de la actualidad, “volverse obsoleto” es su mayor preocupación: duplica en magnitud su temor a ser despedido.

Aunque el 51 por ciento de los ejecutivos encuestados afirma que la entrada de la Generación Y (o del Milenio) a las fuerzas laborales genera un fuerte impacto en sus estrategias, menos de una tercera parte presta especial atención a las ambiciones y necesidades específicas de sus miembros, esencialmente debido a que los ejecutivos en cargos directivos aún no comprenden su singular manera de pensar.

A pesar de que mucho se ha escrito hasta ahora sobre cómo la Generación Y utiliza la tecnología de maneras diferentes y sobre sus actitudes particulares hacia el trabajo, el estudio Workforce 2020 indica que son sorprendentemente similares a sus colegas de generaciones previas cuando se trata de establecer prioridades dentro de su sitio de trabajo.

Tanto la Generación Y como las demás generaciones de trabajadores actualmente en actividad consideran la remuneración salarial como el beneficio más importante. Además, para el 41 por ciento de los trabajadores de la Generación y el 38 por ciento de los empleados de otras generaciones, los aumentos en su remuneración aumentarían su lealtad y vínculo con la compañía que los emplean.

A diferencia de la creencia popular, los empleados de la Generación Y responden de manera casi idéntica a las otras generaciones cuando se les pregunta si pensarían abandonar su empleo actual en los próximos seis meses. 

En todos los grupos se ven prioridades similares en áreas como cumplimiento de las metas profesionales y de ingresos y logro de ascensos. También coinciden en la importancia de los valores corporativos y el logro de un saludable equilibrio entre sus vidas laborales y personales.

“La Generación Y es un severo desafío para las empresas pues, siendo el grupo laboral de mayor tamaño y con mayores habilidades en el manejo de tecnología, constituye una oportunidad de negocios sin precedentes”, explicó Mike Ettling, Presidente de la línea de negocios de RH de SuccessFactors/SAP.

Añade que “las compañías que logren motivarlo deberán capacitarlo para superar las brechas a nivel de experiencia, adaptándose a su estilo de trabajo y asimilando sus requerimientos para edificar una fuerza laboral que ejecute los objetivos corporativos vigentes y que se adapte para disfrutar de las ventajas que este cambio ofrecerá a las empresas del mañana”.

Brecha de talentos
No obstante, son pocas las compañías que apoyan adecuadamente a sus trabajadores, sean de la Generación Y o de otras. Menos de la mitad afirma que su empleador proporciona suficiente capacitación sobre las tecnologías requeridas, y menos de una tercera parte asevera que su compañía pone las tecnologías más recientes a su disposición.

La necesidad de habilidades en los campos de la analítica y la programación y desarrollo de soluciones tecnológicas crecerá notoriamente durante los próximos tres años, pero los empleados encuestados dudan alcanzar para entonces el dominio de estas áreas del conocimiento.

Mientras los ejecutivos entrevistados consideran altos niveles de educación o capacitación institucional como el principal atributo que desearían encontrar en sus empleados, apenas el 23 por ciento dice ofrecer programas de desarrollo y capacitación como beneficio laboral. También escasean los incentivos orientados hacia la generación de oportunidades educativas.

De otro lado, el apoyo al crecimiento profesional generalizado de los empleados genera un vacío en el liderazgo empresarial. Los ejecutivos consideran que su falta constituye el segundo principal obstáculo para alcanzar la meta de edificar una fuerza laboral capaz de cumplir con los objetivos empresariales del futuro. Casi la mitad de los respondientes considera que sus planes de crecimiento profesional se ven afectados por la falta de acceso a líderes adecuados dentro de sus organizaciones empresariales.

Solo el 31 por ciento de los ejecutivos asevera haber suplido las vacantes dejadas por empleados con habilidades clave con personal vinculado laboralmente a su organización. Sorprendentemente, menos de la mitad considera que su equipo de liderazgo cuenta con las habilidades necesarias para administrar los talentos corporativos o inspirar y potenciar a sus empleados.

A medida que la economía avanza hacia un punto en el cual prácticamente todo estará disponible como un servicio, las compañías aprovechan con creciente vigor la experiencia, los conocimientos y los recursos externos que requieren para superar paulatinamente las brechas que afrontan mientras evolucionan.

Así, se acomodan a las cambiantes exigencias planteadas por clientes y empresas. Esto conlleva un aumento en las plantillas de personal temporal, contratistas y consultores externos, así como proyectos que demandan recursos no especializados. De hecho, entre las compañías encuestadas, el 83 por ciento de los ejecutivos dijo que tenía proyectado aumentar el uso de personal contingente, intermitente o consultor.

tomado de:https://www.elnuevosiglo.com.co/articulos/10-2014-solo-26-de-empleados-est%C3%A1-satisfecho.html