Con ello, la iniciativa queda solo pendiente de la decisión de las plenarias, trámite que se dará en los próximos días.

El proyecto implica que los colombianos que tengan ingresos gravables superiores a 3,3 millones de pesos empezarán a aportar el impuesto de renta aplicable a personas naturales. Congresistas como Jorge Robledo, sostuvieron que esta medida incrementa un 300 por ciento lo que aportan en la actualidad las personas con igual ingreso, por la vía de la retención en la fuente.

Las empresas son las que más gozarán de nuevos beneficios tributarios, con el propósito de que ayuden a impulsar la creación de empleo.

Para ello, el Gobierno les baja el impuesto de renta, de 33 a 25 por ciento, y les desmontan parcialmente la obligación de pagar los llamados impuestos parafiscales, al igual que el porcentaje que financian de la salud de los trabajadores.

En contraprestación, no solo tendrán que formalizar empleo o crear nuevos puestos de trabajo, sino también contribuir con un impuesto especial, de destinación específica, a través del cual se grava con un 8 por ciento las utilidades. Este recaudo será destinado a la financiación del Sena y el ICBF, pero cuando los recursos no sean suficientes, se podrá disponer de plata del presupuesto general. Este ha sido hasta ahora uno de los puntos álgidos del proyecto, pues muchos estudios intentan probar que los recursos para las dos instituciones, con la nueva fuente de financiación, no serán suficientes.

En lo que tiene que ver con las tres tarifas de IVA que se establecieron, permitirán incentivar el sector agro.

La medicina prepagada fue bajada al 5 por ciento, pese a que inicialmente se intentó gravarla con un impuesto del 16 por ciento.

También hay temas específicos, como el fomento a la compra de vehículos híbridos y eléctricos, que solo pagarán un impuesto del 5 por ciento.

A diferencia del partido de la oposición, el Polo Democrático, que agitó a un grupo de estudiantes del Sena y representantes del Icbf, la votación de las demás bancadas fue unánime.

Cabe destacar que muchos de los aspectos que, se esperaba, generarían controversia, fueron dejados para que los maneje el Congreso en pleno durante las plenarias.

En la mañana del jueves 29 de noviembre, el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, dijo que el texto que estuvo en consideración de los parlamentarios experimentó suficiente consenso, tanto en foros como en reuniones entre el Gobierno y el Congreso.

La demora en la votación se dio, entre otras, por las proposiciones, pues 108 artículos no tienen ningún reparo, por lo que los parlamentarios se aprestaron a avalarlos en bloque.

En cuanto a las proposiciones, el conteo definitivo que hicieron los congresistas, tras la avalancha de propuestas, sumó 175 iniciativas, de las cuales, 55 fueron avaladas por dicho grupo de congresistas en discusión en el recinto del salón Boyacá.

La mayor parte, 73, quedaron como constancia y 32 ya estaban aprobadas por contar con el aval del Gobierno. El resto fueron retiradas por sus proponentes.

Según ha previsto el Gobierno, la Reforma Tributaria servirá para generar empleo y mejorar la equidad en la tributación de los colombianos, al aplicar un impuesto de renta a personas naturales, que el ministro cataloga como progresivo.

Dentro de las modificaciones agregadas al proyecto se destaca que 2 millones de personas naturales que son empleadoras tampoco tendrán que pagar parafiscales.
Solo aportarán a la salud de sus trabajadores, porque se asimilan como independientes, explicó el ministro Mauricio Cárdenas.

Este tema había quedado por fuera en la iniciativa original, pues solo se le quitaba la carga de parafiscales a las personas jurídicas, es decir, las empresas.

También en la mañana, gritos e insultos impidieron momentáneamente el curso del debate.

Tomado de: Portafolio.co