“Con la reforma vamos a disminuir estos parafiscales –que no son otra cosa que un impuesto al empleo– y a remplazarlos por un impuesto del 8 por ciento a las utilidades de las empresas que tendrá destinación específica para el Sena, el Icbf y la salud”, dijo.

Indicó que la fuente del 8 por ciento de las utilidades de las empresas que reemplaza a los parafiscales, da más plata que los aportes sobre el salario de los trabajadores. O sea –adujo–, que los ingresos del Sena y el Icbf van a aumentar año tras año en lugar de disminuirse.

Señaló que además de esto, se introdujo en la reforma una salvaguardia que les garantiza a estas entidades unos recursos mínimos para que sus presupuestos crezcan cada año al menos 2 puntos por encima de la inflación.

“Esto es una bendición para el Sena y el Icbf porque antes, si había una recesión económica y aumentaba el desempleo, sus recursos se veían disminuidos al recibir menos por parafiscales. De aquí en adelante eso nunca –¡nunca!– volverá a pasar, y sus ingresos siempre crecerán. Por eso decimos, con total certeza, que saldrán fortalecidas”, sostuvo el Presidente Santos.

Puntualizó que la reforma también busca establecer expresamente que el carácter tripartito del Sena –es decir la participación del gobierno, los trabajadores y los empresarios en su administración–, su autonomía y el carácter gratuito de su educación, se mantienen como están actualmente.

Tomado de: Radiosantafe.com