El trabajo en casa o home office, por su nombre en inglés, era considerado como una práctica poco común en nuestra cultura laboral colombiana, hasta que en marzo de 2020 entramos en cuarentena obligatoria y cambiamos la oficina por la casa, para emprender una nueva etapa en la historia laboral mundial, gracias al Covid-19.

Hemos comprobado en esta experiencia, que trabajar desde casa es una opción perfectamente funcional, que nos significó cambiar costumbres y rutinas de trabajo.

Actualmente nuestra forma de vestir, la alimentación, el horario laboral y las formas de comunicarnos han sido transformados.

Hoy en día, la flexibilidad horaria se ha convertido en un factor determinante al momento de optar por nuevas opciones laborales. Los empleados desean un buen balance entre su tiempo personal y laboral, así como ahorrar tiempo y dinero de transporte.

Así que ahora, éstos son aspectos relevantes en el análisis previo a la decisión de permanecer o no en su trabajo actual.

El trabajo en casa también nos abrió la posibilidad de laborar con empresas extranjeras por medio del teletrabajo, sobre todo para labores de ingeniería, administrativas, atención al cliente, desarrollo de plataformas y de software.

Con el retorno a las actividades normales, a medida que avanza la vacunación y se levantan las restricciones, ya no solo contemplamos la posibilidad de trabajar en casa, sino también la de tener un horario flexible de manera permanente, que nos permita ir unos días a la oficina y otros trabajar desde casa.

“Los empleados desean un buen balance entre su tiempo personal y laboral, así como ahorrar tiempo y dinero de transporte.”

Sin embargo, la opción de trabajar en casa o trabajo flexible, dependerá de la actividad económica donde se labora, el cargo, los resultados que tuvo la empresa durante la pandemia e inclusive factores como la infraestructura que tenga la empresa a nivel de oficinas y la importancia de ésta dentro de la imagen corporativa.

El tema ha tomado tanta importancia que las empresas están incluyendo el trabajo en casa y el trabajo flexible como una alternativa a la jornada laboral ordinaria, incluyéndola dentro de las políticas empresariales y ofreciéndola como una opción laboral al momento de atraer talento.

Adicionalmente, el trabajo en casa ha representado una disminución en los accidentes laborales; pero al mismo tiempo, también ha contribuido en el aumento de las enfermedades mentales por parte de los empleados. La falta de contacto social, para quienes estábamos acostumbrados a socializar cada día en un ambiente laboral presencial, ha generado un impacto negativo en la salud mental de las personas.

La pandemia nos ha enseñado, tanto a los empleados como a la gran mayoría de empresas, una nueva forma de trabajar. Sólo el tiempo nos dirá si será una huella permanente en la vida laboral de todos o simplemente un cambio pasajero a causa del COVID-19.