Esta situación podría complicarse ante la entrada en vigencia del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y con el que muchos empresarios piensan incrementar sus colocaciones de productos al mercado norteamericano.

Sectores como el agro, el textil, cueros, servicios y manufactureros podrían afectarse sensiblemente si el Gobierno y las autoridades monetarios no le salen al paso de las consecuencias que puede dejar una profunda revaluación.

Intervención

Para el analista económico, Bernardo Ramírez, “aunque  los exportadores están incrementando sus ventas en volumen con más productos, no están logrando percibir mayores recursos debido a la revaluación del peso y a pesar de las coberturas cambiarias que le facilita el Gobierno”.

El experto indicó que una de las alternativas que se podrían presentar para frenar la revaluación del peso que es una de las más altas del mundo, consistiría que el Banco emisor intervenga más en el mercado para hacer que la moneda frene su valor o por lo menos que su cotización resulte favorable a los exportadores.

“Una de las alternativas es que el Banco Central intervenga de forma más decidida en el mercado, pero a veces esta medida no da resultado cuando coincide con otras variables, como lo son la entrada masiva de dólares como producto de la inversión extranjera o del incremento de la  monetización de las ganancias de empresas que ingresan esos recursos a la economía”, sostuvo Ramírez.

En su pedido, el Minagricultura dijo que la persistente apreciación del peso abarata las importaciones agrícolas y dificulta las exportaciones. “Revaluación y TLC no es una buena mezcla”, señaló el jefe de la cartera agropecuaria.

Restrepo añadió que “ojalá  el Banco de la República comprenda que no puede pasar de agache. Buena parte del éxito del Perú frente al TLC es que no dejó revaluar su moneda”, agregó.

Es urgente, insistió Restrepo Salazar, que las intervenciones contra la revaluación del Banco de la República sean más intensas.

“Frente al TLC con Estados Unidos: ni moridera de lamentaciones, ni inacción indolente. Hay ventajas y riesgos para el agro. A utilizar las primeras y a controlar los segundos. Aunque se ha perdido tiempo desde que se aprobó hace seis años, aún es tiempo de actuar”, puntualizó el ministro de Agricultura.

Inversiones

Para el analista del Bancolombia, Daniel Velandia, “primero debe evaluarse cuál es el origen de la apreciación cambiaria y la conclusión ha sido que la inversión extranjera directa y los flujos públicos algunas veces por endeudamiento del Gobierno u otros entes públicos, y en otras por el programa de inversiones de Ecopetrol, explican el fuerte aumento en la oferta de dólares en la economía y que frente a ambas nada puede hacer la autoridad cambiaria colombiana”.

Indica el experto que en los últimos años al menos tres ministros de Hacienda han tenido que explicarle al país que el fenómeno obedece a una coyuntura internacional que poco a poco se entiende, que parece menos transitoria y más estructural, ante la cual poco puede hacer el Banco de la República.

Señala que por eso el gobierno actual hizo modificaciones fiscales para ahorrar en el exterior una parte importante de la bonanza minero-energética y aspira a hacer más en ese sentido si la reforma tributaria que va en camino al Congreso permite reducir el déficit de caja en pesos de la Nación.
Manifesta Velandia que “la prolongada historia de la apreciación del peso colombiano nos ha permitido aprender que al final del día poco cambia la tendencia en el valor de la moneda, no sólo por la debilidad mundial del dólar y la inundación mundial que hay de la divisa americana, sino también porque la situación es adoptada por la zona euro y Japón”.

Todos ellos lo hacen porque sus economías están colapsadas y en ruinas financieras, es decir, no crece el crédito por el sobre-endeudamiento de los gobiernos, las empresas y los hogares al tiempo que sus bancos tratan de subsistir en condiciones de liquidez muy estresantes.

También se han evaluado los efectos secundarios de las intervenciones cambiarias de la autoridad cambiaria, con grandes montos como 1.000 millones de dólares en un día o de 20 millones de dólares diarios durante periodos de tiempo prolongados.

Con todo esto se concluye que mientras la tasa de cambio no varía su tendencia, los precios futuros o del mercado forward se reducen haciendo más costosa la cobertura a través de ventas de dólares a futuro para los exportadores.
Reservas

Mientras un estudio del FMI dice que Colombia tiene ya reservas internacionales superiores en 3% del PIB, al punto óptimo para atender una parada súbita de capitales como la autoridad cambiaria decidió hacerlo, es criticada por no aumentar en forma significativa el monto de intervención.
Sin embargo, debería evaluarse para comprender los pocos beneficios y los altos costos cuando una propuesta no es sostenible por cuanto no se puede hacer de forma ilimitada.

Señala el investigador que “a la luz de 2012, las coincidencias pueden ser detestables, puesto que el Gobierno tendrá que hacer importantes inversiones en infraestructura, ahorrar menos y afectar la cantidad de dinero circulando en la economía”.

Antes de que el Banco de la República incrementara las tasas de interés en 25 puntos durante la pasada reunión de su Junta Directiva, el Consejo Gremial le había pedido al presidente Juan Manuel Santos y a sus ministros (incluyendo al ministro de Hacienda, Juan Carlos Echeverry), dejar los intereses inalterados para evitar una afección a los exportadores y al campo colombiano. Sin embargo, la determinación del Emisor fue contraria.

Comenzando el año, el desplome del dólar comenzó a asustar a los exportadores y a los productores agropecuarios.

Despidos

El presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), Rafael Mejía López, dijo que el sector floricultor despidió a 20 mil trabajadores en los últimos meses debido a que los costos laborales se incrementaron por causa de la apreciación del peso. “El resultado final es menor rentabilidad económica. Asimismo, se reduce la inversión y el crecimiento del sector”.

Criticó que el Gobierno no ha tomado las medidas suficientes para incrementar las reservas monetarias y buscar mayores coberturas cambiarias para proteger al campo de la fluctuación del dólar, moneda que se ha depreciado un 7% en lo corrido de este año en comparación con el peso colombiano.

Si se prolonga la revaluación, dijo Mejía, las consecuencias para los productores agropecuarios del país pueden ser complicadas. A esto se suma que con un dólar barato comienzan a llegar mayores volúmenes de productos agropecuarios, lo cual es otro impacto a la conservación del empleo en el campo.

Según la SAC, los productos que han pagado los platos rotos por la tendencia revaluacionista son banano, café, flores, aceite de palma, maíz, granos, carne y leche.

Augusto Solano Mejía, presidente de Asocolflores aseguró que este gremio teme que el Banco de la República incremente las tasas de interés a “cualquier costo” para controlar la inflación. Señaló que esto va a seguir trayendo un mayor flujo de dólares al país lo que puede poner en riesgo a los sub sectores del agro.

Al pronunciamiento del representante de los floricultores, se unió el presidente de Augura, Roberto Hoyos Ruiz, quien señaló que el anuncio del Emisor se convirtió en un mal anuncio para un sector “con abundante mano de obra formal” debido a que se reducen los ingresos y también la capacidad de conservar el empleo.

Los floricultores y los bananeros, en un mensaje conjunto, le enviaron un mensaje al Gobierno para que haga más fuertes las coberturas cambiarias destinadas al agro y así se logre ponerle un primer freno a la revaluación.

Las coberturas cambiarias

Cerca de siete mil millones de pesos en ayudas a los exportadores agrícolas del país afectados por la revaluación,  reportó para las primeras semanas de implementación del Programa de Coberturas Cambiarias 2012, el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, a través de Finagro.

La toma de las coberturas, que para este año demandará inicialmente recursos del Ministerio por 35.000 millones de pesos, se inició el pasado nueve de abril.

El Fondo para el Financiamiento del Sector Agropecuario, Finagro, operador del Programa, informó que a la fecha se han cubierto exportaciones por 142 millones de dólares. En esta ocasión, el Ministerio de Agricultura ha aportado,  en el cubrimiento de parte del costo de las primas y a favor de los exportadores agrícolas que han accedido a las coberturas, cerca del 50% del valor, el equivalente a 6,905 millones de pesos.

Los más activos en la toma de coberturas han sido los floricultores que han cubierto exportaciones por 102 millones de dólares. Le siguen los bananeros y los cultivadores de caña de azúcar.

Este Programa fue creado por el Gobierno Nacional, a través  del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, con el objeto de proteger  el ingreso de los exportadores agrícolas y preservar el empleo sectorial frente a variaciones en la tasa de cambio.

Los beneficiarios pueden ser todos los productores agrícolas, pecuarios y acuícolas exportadores. En lo acumulado del Programa, desde 2010, se han cubierto exportaciones por más de 860 millones de dólares.

Para los Pequeños Productores, el Gobierno autorizó la toma de coberturas a través de las Cooperativas, Asociaciones y Agremiaciones de pequeños productores para que puedan acceder de manera más pronta a estos beneficios.

Las consecuencias

La revaluación de la monedaconsiste en que el peso por ejemplo, se fortalece frente al dólar, y por consiguiente un dólar, al revaluarse el peso, vale menos pesos, lo que significa que por cada dólar se deben pagar o se reciben menos pesos.

Esto para los exportadores es un verdadero problema puesto que sus ingresos en pesos disminuyen, en cambio para los importadores es positivo, toda vez que requieren menos pesos para importar o pagar en dólares.

Las consecuencias por la revaluación de la moneda pueden ser negativas o positivas, todo depende del sector de la economía al que se pertenece.

De allí que la revaluación es bien recibida por quienes tienen que hacer pagos en dólares puesto que entre más revaluado esté el peso, menos pesos tendrán que dar por los dólares requeridos para hacer sus pagos.

En este grupo se tiene a los importadores, puesto que éstos, en la medida en que se revalúe el peso, deben pagar menos pesos por sus importaciones, lo que les significa un gran beneficio.

El beneficio es tanto para los que importan productos terminados, como para quienes importan materias primas; en ambos casos los costos disminuyen considerablemente.

Esta situación es un problema para los productores nacionales debido a que éstos, al no poder aprovechar los beneficios que ofrece una moneda fuerte, no pueden reducir los costos de producción lo que los hace menos competitivos frente a los importadores.

Frente a esto, muchas empresas deben optar por importar los insumos o importar bienes terminados, afectando de esta forma la producción nacional, puesto que las materias primas y productos nacionales son desplazados por los importados por resultar más económicos, pero es la única forma posible para que muchas empresas puedan sobrevivir.

Resultan beneficiados también quienes tienen créditos en dólares, puesto que requerirán menos pesos para amortizar sus créditos, lo cual puede ser aprovechado por el empresario para aumentar sus inversiones, bien sea adquiriendo maquinaria y equipo o adquiriendo Capital de trabajo.

La revaluación desestimula las exportaciones, y como consecuencia la producción y el empleo. Son muchas las empresas que pueden quebrar o disminuir su producción con la consecuencia de tener que despedir personal, aumentando el desempleo.

Tomado de: elnuevosiglo.com.co