De esta manera el Gobierno defendió la adopción de este mecanismo en los dos últimos años, pero que ha sido cuestionado por no reducir drásticamente el déficit del Gobierno Central que para este año puede alcanzar el 2,3 por ciento del Producto Interno Bruto.

El ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, dijo que la sostenibilidad fiscal que implementa el Gobierno Nacional en su política económica permite tener las herramientas para satisfacer las necesidades actuales de la población y garantiza los derechos de los ciudadanos en el futuro.

El funcionario indicó que “estamos en un punto de inflexión porque tenemos una economía y una política fiscal muy sólidas. Soy optimista con el futuro de Colombia”, expresó.
Sin embargo, para economistas como Bernardo Ramírez y algunos congresistas, actualmente el Gobierno tiene un gran descuadre en sus finanzas de casi 13 billones de pesos.
 

Las razones
 

“Precisamente una de las razones para que el Gobierno esté empeñado en una reforma tributaria que extendió el 4 por mil y estableció el impuesto financiero, se debe al hueco que deja el faltante en el Presupuesto General de 12,5 billones de pesos. Ese es el verdadero quid de la cuestión y donde se nota el descuadre de las finanzas. De allí las dudas sobre el cumplimiento de la regla fiscal para este año”, sostiene Ramírez.

A su vez, Cárdenas reiteró que las bases consolidadas que han permitido un crecimiento sostenido de la economía están fundamentadas en un menor déficit fiscal, disminución de la tasa de interés, más inversión, mayor crecimiento económico y aumento del recaudo tributario.

“Somos unos convencidos de que tenemos que combinar una estrategia de economía de mercado con reglas de juego progresistas”, señaló.             

El Ministro Cárdenas destacó que “la paz será una inversión muy importante que garantizará el desarrollo del país”. Exaltó que la tasa de inversión en Colombia se encuentra en una posición históricamente alta y se declaró convencido en cuanto a que cuando se observe el momento del país, se dirá que dio un paso hacia adelante.

Lo establecido

La regla fiscal, establecida por la Ley 1473 de 2011, indicaba que desde 2013 el déficit estructural del Gobierno nacional (GNC) debía cumplir dos condiciones. En primer lugar tiene que seguir una trayectoria decreciente. En segundo lugar debe ser de máximo 2,3% del Producto Interno Bruto, PIB, en 2014, 1,9% del PIB en 2018 y 1,0% del PIB en 2022.

El primer requisito fue cubierto por el Ejecutivo, con el déficit estructural tanto en 2012 como en 2013. Gracias a ello, la deuda neta del GNC disminuyó de 37,2% a 34,8% del PIB entre 2010 y 2013.

Las autoridades prevén que se reducirá hasta 25,7% del PIB en 2025, si se acata la regla fiscal.

De acuerdo con fuentes del Gobierno, estos objetivos podrán cumplirse de acatarse la restricción legal con un límite al presupuesto, a la deuda y al gasto.

Según un análisis de la Asociación Bancaria, Asobancaria, las proyecciones para este año sugieren que se cumplirá de nuevo lo estipulado en la regla fiscal.

Como el crecimiento de la economía esperado por las autoridades (4,8%) será menor que el potencial (estimado ahora en 4,8), el PIB corriente permanecerá debajo del que corresponde al pleno empleo.

Las tendencias

En consecuencia, el ingreso estructural del Gobierno (17,2% del PIB) será mayor que el corriente (17,1% del PIB), por lo cual el cíclico será negativo (-0,1% del PIB). El gasto estructural será igual al corriente (19,5% del PIB), porque no habrá gasto contracíclico.

Para 2014, el Ministerio de Hacienda proyecta unos ingresos totales del GNC de 17,1% del PIB y estima que los gastos totales serán de 19,5% del PIB, por lo cual el déficit se situará en 2,4% del PIB. El cumplimiento de esas previsiones luce factible si se mantiene el comportamiento actual del recaudo, que entre enero y abril aumentó 12,4% anual, en línea con el incremento del 12% esperado por el Gobierno y plasmado en la última actualización del Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP).

Los mayores ingresos ayudarán a financiar los incrementos del gasto en salud, protección social, trabajo y en el sector agropecuario, como resultado de lo acordado tras los paros campesinos del año pasado, que obligaron a diferir en un año más el desmonte del GMF.

En contraste, las proyecciones para 2015 están descuadradas. Según el MFMP, se espera obtener unos ingresos tributarios de 17% del PIB, que incluyen los recaudos esperados por el GMF con la tasa actual y por el impuesto al patrimonio. Sin embargo, con las normas vigentes, en 2015 la tarifa de GMF se debe reducir a la mitad, mientras que el impuesto al patrimonio tiene que desaparecer.

Los ingresos que se dejarán de percibir por estos dos conceptos equivalen a 1% del PIB. Se espera también que los ingresos de capital caigan 13,8%, como resultado de una disminución de los ingresos, dividendos y el impuesto de renta de Ecopetrol. De acuerdo con estas consideraciones, los ingresos del GNC en 2015 no alcanzarán para cumplir las metas de déficit, por lo cual es urgente buscar la manera de suplir el faltante.

En 2014, el déficit estructural, que resulta de restar los gastos de los ingresos estructurales será -2,3% del PIB, que es la meta de la regla fiscal. La nueva estimación de la tasa de crecimiento potencial, que fue elevada de 4,6% a 4,8%, abrió un espacio para ejecutar más gasto estructural en 2014, sin arriesgar la meta de déficit establecida por la regla fiscal.
Señala el gremio financiero que al mantener los ingresos totales constantes, el mayor gasto total generó un aumento del déficit total de 2,3% a 2,4% del PIB, sin alterar el estructural, que se mantuvo en 2,3% del PIB.

Sostiene Asobancaria que “resulta paradójico que, a pesar del dinámico incremento de los ingresos del Gobierno por concepto de impuestos en 2011 y 2012, en la actualidad se hable de un faltante de financiación y de la necesidad de una nueva modificación de las normas tributarias”.

Por otra parte, a mediano plazo los gastos del Gobierno nacional deben fijarse en niveles acordes con las metas de reducción del déficit fiscal establecidas en Ley de la Regla Fiscal, es decir, gradualmente se debe cerrar la brecha entre los ingresos del Gobierno y sus gastos. Por lo tanto, ante la disminución de ingresos del Gobierno nacional a mediano plazo, el gasto público caerá en los próximos años en niveles equivalentes al 2,5% del PIB, recortando principalmente sus gastos de personal, transferencias a las regiones y pensiones.

Sin embargo, la caída en ingresos del Gobierno no sólo se compensa con recorte en sus gastos. El MFMP prevé una necesidad de endeudamiento del Gobierno Nacional mayor que el previsto en el MFMF 2013. Esto retrasa el logro de la meta de deuda pública para los próximos 10 años, la cual llegaría al 26,8% del PIB en 2024, en vez del 25,3% del PIB según el MFMP del 2013.

Una mayor deuda gubernamental a la originalmente planeada podría aumentar las primas internacionales de riesgo crediticio y las tasas de interés de la economía. Aunque el  incremento  de  la  senda  de  deuda que plantea el MFMP 2014 no parece suficientemente significativo para causar aumentos en las primas de riesgo del país, es importante monitorear la evolución de estas variables y el comportamiento del sector petrolero por el alto impacto que éste genera en el panorama económico del país.

Tomado de: https://www.elnuevosiglo.com.co/articulos/10-2014-regla-fiscal-endereza-rumbo-financiero.html