Hace un año llegué al punto en que necesitaba a alguien que me ayudara a administrar el negocio.

Confío en que mi nueva gerente trabaja teniendo en mente lo mejor para la compañía, pero estoy escuchando de los empleados que está causándoles estrés, y que puede ser fastidiosa y poco respetuosa.

Su comportamiento incluso ha llevado a la renuncia de algunos antiguos empleados.

No quiero despedirla porque pienso que realiza su trabajo de forma honesta. ¿Qué debería yo hacer?

Anónimo desde Colombia

Cuando el fundador de un negocio se aleja de las operaciones cotidianas y trae a alguien externo a la compañía para dirigir las cosas, los miembros del personal experimentados podrían sentirse despreciados mientras que otros podrían reaccionar negativamente a la forma de hacer las cosas de un nuevo gerente.

Es un cambio difícil de ejecutar; muchas pequeñas y medianas empresas fallan al hacer esta transición.

Primero, su instinto de apartarse de la situación fue la correcta; ¡yo mismo lo hice!

Le ayudará a encontrar las próximas grandes oportunidades para su compañía y le dará tiempo para resolver cómo capitalizarlas.

Y su decisión de no despedir a su gerente de inmediato fue la correcta.

Es importante que corrija esto, porque si reúne a un equipo grandioso –uno que comprenda la visión de la empresa y pueda proponer soluciones creativas a los problemas– ampliará su efectividad exponencialmente.

Pero necesita resolverlo rápidamente porque hay demasiada tensión en su compañía.

Siéntese con su nueva gerente y pregúntele cómo se siente.

No solo hable con ella de sus relaciones con el personal, sino que trate de tener una percepción del panorama en general.

Descubra qué problemas ve ella que estén afectando al negocio, cómo está tratando de solucionarlos y cómo va ese proceso. Sus dificultades con el personal quizá sean provocadas por su frustración o inseguridad.

En ocasiones, la sombra del fundador puede poner nerviosos a los gerentes, afectando la forma en que tratan a los empleados.

Considere si está dando a la nueva gerente el espacio que necesita para operar el negocio: ¿Sigue usted en la gran oficina de la esquina? ¿Está en la oficina la mayoría de los días de la semana?

¿El personal sigue buscándolo para tomar las grandes decisiones? Pregunte a su gerente sobre su perspectiva.

Finalmente, recorra la planta de su fábrica, visite sus tiendas y pasee por sus oficinas, y pregunte a sus empleados cómo sienten que va el negocio.

¿Cuál es el estado de ánimo? ¿La gente parece desalentada o frustrada, o está viendo progreso hacia un objetivo?

¿Siente que sus ideas son valoradas?

Si encuentra que sus empleados están felices o desalentados, trate de descubrir por qué, de manera que pueda comprender cómo las fortalezas y debilidades de su gerente están afectando a la gente en toda la compañía.

Una vez que haya evaluado si es su gerente, sus empleados, su presencia continua, o una combinación de los tres factores, lo que está evitando que la transición funcione bien, debe actuar decididamente.

Si descubre que usted es la fuente del problema, la solución es obvia: sálgase del camino de todos. De ser posible, traslade su oficina a otro edificio.

Si resulta que la gerente no es la adecuada para este trabajo, debe proceder cuidadosamente.

El despido debería ser el último recurso, y si debe hacerse, debería hacerse con consideración y amabilidad.

En la mayoría de los casos, una persona que no desempeña bien un puesto no es floja o difícil, sino que ha sido promovida a un papel que no es adecuado para su personalidad.

Luego, cuando esté buscando al sucesor de su gerente, busque a alguien que genuinamente se interese por los demás, que sea un gran motivador y saque lo mejor de sus empleados.

En Virgin hemos descubierto que la mejor solución es promover desde dentro cuando sea posible, de manera que conocemos las fortalezas de nuestros gerentes muy bien y podemos asegurarnos de que comprenden a la marca.

Después, trate de hacerse redundante y permanezca fuera del camino del nuevo gerente.

Si su gerente actual sigue dirigiendo a la compañía o no, usted tiene que encontrar una manera de desactivar las tensiones de los últimos meses.

Quizá sea que simplemente necesite hablar con algunos de sus empleados sobre la transición y ayudarles a comprender lo que ha cambiado y por qué.

O si necesita acercarse a más empleados, considere organizar una fiesta para darles la oportunidad de conocer al gerente.

Cualquiera que sea su solución, mantenga un mensaje positivo y evite cualquier indicio de culpa; todos necesitan enfocarse en el camino por delante.

Tomado de: Portafolio.co