La digitalización está transformando la sociedad generando nuevos retos y oportunidades de negocio. Se está evidenciando que las organizaciones que han incorporado las lógicas digitales son más competitivas, obtienen mayores beneficios financieros y superan a sus homólogas menos digitales al menos en tres ámbitos clave: ingresos, rentabilidad y valoración en el mercado.

En este contexto, la mayor preocupación de las empresas se focaliza en asumir el profundo cambio que lo digital representa en la interacción con los clientes, en las formas de gestionar internamente personas, equipos y conocimientos y en la redefinición de los procesos y la gestión del trabajo. Se destinan importantes recursos económicos y humanos en proyectos de mejora tecnológica en estos ámbitos pero se dedica poca o nula atención a la capacitación y al cambio cultural que la digitalización efectiva de una compañía precisa.

Es en este punto en el que cobra relevancia el término competencia digital, que se ha convertido en uno de los conceptos claves para entender cómo se pueden aprovechar las oportunidades de la sociedad digital. Se entiende competencia digital como la combinación de capacidades, conocimientos, habilidades y actitudes que nos sirven para alcanzar objetivos con eficacia y eficiencia en contextos altamente digitales.

Al combinar el análisis y el estudio del fenómeno de transformación digital con la experiencia adquirida por RocaSalvatella hemos determinado las ocho competencias digitales profesionales que consideramos imprescindibles para que las organizaciones y profesionales puedan aprovechar y explotar al máximo las oportunidades estratégicas y de negocio provocadas por la transformación digital:

1. Conocimiento digital: Capacidad para desenvolverse profesional y personalmente en la economía digital.

2. Gestión de la información: Capacidad para buscar, obtener, evaluar, organizar y compartir información en contextos digitales.

3. Comunicación digital: Capacidad para comunicarse, relacionarse y colaborar de forma eficiente con herramientas y en entornos digitales.

4. Trabajo en red: Capacidad para trabajar, colaborar y cooperar en entornos digitales.

5. Aprendizaje continuo: Capacidad para gestionar el aprendizaje de manera autónoma, conocer y
utilizar recursos digitales, mantener y participar de comunidades de aprendizaje.

6. Visión estratégica: Capacidad para comprender el fenómeno digital e incorporarlo en la orientación estratégica de los proyectos de su organización.

7. Liderazgo en red: Capacidad para dirigir y coordinar equipos de trabajo distribuidos en red y en entornos digitales.

8. Orientación al cliente: Capacidad para entender, comprender, saber interactuar y satisfacer las necesidades de los nuevos clientes en contextos digitales.

Estas competencias nos hacen, individualmente, mejores profesionales pero aplicadas sobre el conjunto de la organización producen un gran impacto. Cada una de ellas afecta de manera transversal a los distintos niveles de una organización y a todas las organizaciones. Todas, evidentemente, tienen también como vocación inevitable la orientación a resultados, facultad obligada en todo directivo, independientemente del grado de digitalización de su organización, y por esa misma razón no incluida en este conjunto de ocho competencias. Mirar cada una de las 8 competencias bajo el prisma de la orientación a resultados las transforma en poderosas herramientas de negocio y en competencias imprescindibles para cualquier profesional del siglo XXI.

Tomado de: https://www.caracol.com.co/opinion/bloggers/blogs/empresa-2020/que-necesitamos-para-alcanzar-el-exito-en-la-actual-transformacion-digital/20140415/blog/2179606.aspx