Por tanto, vienen dos semanas críticas para el avance de esta iniciativa, que incluyen reuniones entre el Ejecutivo y las bancadas para socializar el proyecto antes de entrar a las plenarias.

Hasta ahora, el texto tiene 155 artículos y se han dejado 120 proposiciones, según explicó el senador Camilo Sánchez, coordinador de ponentes, durante el debate de coyuntura legislativa sobre la reforma tributaria, organizado por el Instituto de Ciencia Política Hernán Echavarría Olózaga, Fedesarrollo y Portafolio.
 

En ese sentido, hay un amplio abanico de temas que no están incluidos en el articulado, pero que serán objeto de discusión en el Congreso.
 

En lo que concierne a los trabajadores, hay varios planteamientos.
 

El ajuste contempla la creación del Impuesto Mínimo Alternativo Nacional (Iman), con el cual se busca que quienes tienen un ingreso gravable a partir de 3’350.000 pesos, paguen una tarifa progresiva. No obstante, hay quienes insisten en que la base debe estar cerca de los 4 millones de pesos.
 

Adicionalmente, plantearán la posibilidad de que no se pierdan los beneficios de descuentos con las cuentas AFC y las pensiones voluntarias.
 

Estos aportes entrarían nuevamente al debate, pues hay quienes defienden que dichos recursos deben mantenerse 10 años y no 5 para conservar el beneficio tributario.
 

El saneamiento patrimonial también sigue en el tintero. Se calcula que en el exterior hay cerca de 35.000 millones de dólares de colombianos, aunque podrían ser más de 100.000 millones.
 

La idea es que los capitales se reporten por medio del sector financiero, pero que los recursos no entren el país para que no acentúen la revaluación, explica el senador Sánchez.
 

El debate sigue abierto frente a un impuesto a los dividendos, así como a las ganancias de capital por la compra y venta de acciones. En este punto, se pretende imponer un tope de 1.000 millones de pesos anuales, que aplicaría únicamente para las personas colombianas.
 

‘No hay por dónde asegurar que este proyecto es regresivo’
 

Mauricio Cárdenas, ministro de Hacienda, confía en que no se necesitará ir a extras para la aprobación.
 

¿Qué dice frente a los comentarios de que la reforma se aprobó a pupitrazo?
 

La gente hace referencia a que se votó en bloque el subconjunto de artículos en donde no había proposiciones ni diferencias de opinión, eran una minoría y eso difícilmente puede llamarse un pupitrazo, porque la gran mayoría de los artículos se votaron uno por uno.
 

¿Qué viene en estos días?
 

Hemos estado trabajando durante dos meses con las comisiones económicas, pero el paso a seguir es las reuniones con las bancadas, pues el trabajo de socialización nos facilitará la aprobación de la reforma.
 

Hay que blindar el articulado que salió de las comisiones, estamos contentos con lo que allí se aprobó y es muy importante que al llegar a las plenarias se mantengan firmes los pilares de la reforma: el Iman, el Cree y la reducción de tarifas del IVA.
 

Han quedado muchas constancias de temas que seguramente se discutirán en plenarias, pero la idea es que el articulado se modifique lo menos posible.
 

¿Qué puede decir ante quienes creen que la re- forma es un ‘Frankenstein’?
 

La oposición ha utilizado todas las herramientas para descalificarla y no ha construido un argumento contundente.
 

Nadie puede vender la reforma como regresiva porque no hay por dónde verla así. Por ejemplo, el 98 por ciento de los parafiscales lo pagan las micro, pequeñas y medianas empresas.
 

¿Por qué hay oposición al Cree?
 

Hay una reacción que es simplemente el temor al cambio y a que se debiliten las entidades.
 

Hemos trabajado con distintos actores, y entre más contacto directo tengamos, habrá menos prevenciones. Estoy muy tranquilo, porque el primero que debería temer por cualquier desfinanciamiento soy yo.
 

El CREE es uno de los temas que más se ha debatido
 

El desmonte parcial de los parafiscales que pagan las empresas, ha sido uno de los temas más polémicos.
 

Y el debate seguirá, porque hay quienes defienden la idea de que el Cree sea del 10 por ciento y no del 8 por ciento, como está previsto. No obstante, el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, no ve viable esos dos puntos adicionales, pues eso le generaría una carga adicional al sector productivo.
 

Otro de los asuntos que podría entrar en el debate es el impuesto de remesas.
 

Aquí, se busca un gravamen del 2 por ciento por las transferencias de utilidades al exterior que hagan las empresas mineroenergéticas, recursos que serían destinados a salud.

tomado de:portafolio.co